La luz del atardecer se filtraba a través de las altas ventanas de Hogwarts, tiñendo de dorado los corredores mientras Hermione y Pansy se dirigían a la sala donde se encontrarían con los Parkinson, sus padres biológicos. La atmósfera estaba cargada de una tensión palpable, como si las paredes mismas del castillo estuvieran atentas a la confrontación que se avecinaba. Hermione sentía el peso de la historia familiar que la envolvía, una sombra que parecía seguirla a cada paso, recordándole el oscuro legado que amenazaba con atraparla.
Con cada pisada, las memorias de su infancia y las expectativas familiares volvían a su mente, recordándole lo que se esperaba de ella. Sin embargo, al lado de Pansy, su hermana de elección, y con la presencia reconfortante de Draco, que ahora era su novio, Hermione se sentía un poco más fuerte. La conexión con Draco había florecido en un amor que desafiaba todas las normas, y en ese momento, era su ancla en medio de la tormenta que se avecinaba.
Al entrar en la sala, el ambiente se tornó sombrío. Sus padres, con miradas frías y desinteresadas, ocupaban sus asientos en un extremo de la larga mesa de madera. Eran figuras de autoridad que no se habían preocupado por ella en años, y la sensación de abandono comenzaba a mezclarse con la indignación. Pansy, con una mirada decidida, se quedó a su lado, lista para defenderla de cualquier ataque verbal.
—Hemos venido a hablar de lo que hicimos —comenzó Hermione, su voz firme, aunque un ligero temblor traicionaba su nerviosismo—. No estoy dispuesta a aceptar la presión de un pasado que no elegí.
Los Parkinson intercambiaron miradas, como si su regreso a la vida de Hermione fuera simplemente un asunto de negocios. El silencio se hizo pesado, y Hermione se sintió como si estuviera en la sala de un tribunal, con los ojos de sus padres evaluándola, desnudando sus vulnerabilidades.
Mientras tanto, en el rincón de la sala, Draco observaba con una mezcla de orgullo y preocupación. Su relación con Hermione había crecido y evolucionado, y sabía que lo que estaban enfrentando era mucho más que una simple reunión familiar. Era un desafío a las expectativas que habían estado atadas a ellos desde su nacimiento.
Sin embargo, la tensión aumentó cuando Narcissa Malfoy irrumpió en la sala. Su presencia elegante pero imponente atrajo la atención de todos, interrumpiendo la conversación de forma inesperada. Los ojos de Hermione se abrieron de par en par; no esperaba que Narcissa apareciera en un momento tan delicado.
—Hermione, Pansy —dijo Narcissa con una voz firme—. Hay un asunto urgente sobre el que debemos hablar. La deuda de sangre entre nuestras familias no puede ser ignorada. Se dice que solo se puede saldar con la muerte o a través de un matrimonio entre los Malfoy y los Parkinson.
Draco, sintiendo que la rabia comenzaba a burbujear dentro de él, intervino con firmeza. —Ya lo sé, madre. No puedo casarme bajo la imposición de nadie, especialmente de Lucius. No permitiré que el miedo y la tradición dicten mi destino. Mi vida no será un sacrificio para saldar viejas deudas.
Hermione se sintió aliviada por el apoyo de Draco, pero sabía que aún había mucho más por descubrir. Con determinación, se volvió hacia sus padres, buscando respuestas. —Necesito saber por qué hicieron esto. ¿Por qué me abandonaron? ¿Por qué permitieron que esta deuda nos persiguiera?
El silencio que siguió fue ensordecedor. Sus padres se miraron entre sí, y finalmente, El señor Parkinson habló, su voz temblorosa. —Hermione, la verdad es complicada. Eres… eres hija ilegítima. Tu madre tuvo un amante, y la verdad es que decidimos dejarte porque no queríamos un escándalo que manchara el nombre de la familia. Pero eso activó la deuda de sangre que ahora nos persigue.
Las palabras cayeron sobre Hermione como un balde de agua helada. La revelación la golpeó con tal fuerza que su mente se nubló. No solo era hija de la familia Parkinson, sino que era el producto de una traición, abandonada por sus propios padres para proteger su reputación. El horror y la confusión la inundaron, y sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor.
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Las Sombras De La Sangre
Fanfiction"En lo más profundo de la mente, los oscuros secretos del pasado emergen como sombras inquietantes, susurrando historias que preferiríamos olvidar. Revelaciones olvidadas asoman a la superficie, trayendo consigo la amenaza de miedos latentes que se...