Capítulo Seis. Ternura

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Capitulo Seis.


Lady Portia Featherington curiosa de la reacción que su yerno tendría lo condujo a la habitación donde descansaba Thomas. Fue la misma en la que alguna vez usó Colin cuando niño y la compartía con Benedict.

-Sí está durmiendo, le pido guardar silencio.

Colín asintió antes de que su suegra abriera la puerta. Había esperado este momento desde que supo que era padre. Las ansias lo habían acompañado y no lo dejaban tranquilo. Se había sentido horrible al conocer a su hijo por boca de otros. Ahora le tocaba verlo con sus propios ojos.

La tenue luz de unas velas que servían para iluminar a una de las sirvientas de la noche que lo cuidaba.

-El señor Bridgerton vine a ver a su hijo.

-Adelante-Dijo la joven acercó una pequeña vela a la cuna-Está durmiendo.

Colin se acercó lentamente conteniendo el aliento y definitivamente fue magia pura. El pequeño Thomas sería su camino a seguir y la ilusión de vivir.

El mundo de Colin dio un vuelco de trecientos sesenta grados. Todas sus prioridades se justificaron ¿Cómo era posible que, a un ser tan pequeño, se le pudiera amar tanto y en tan poco tiempo? No podía explícaselo, pero le estaba pasando.

Su sangre también corría por sus venas y eso se notaba, en el color castaño de su cabello, en su nariz y ese su gesto al dormir. Era un Bridgerton por donde se le mirara y no podía estar más orgulloso de eso.

-Es hermoso mi nieto ¿Verdad? - Susurró Lady Featherington feliz.

Colin estaba tan embobado que asintió repetidas veces.

-¿Puedo?- Preguntó Colin. Queriendo tocarlo.

Portia asintió.

-Con cuidado-Dijo suave.

Colin sintió un calorcito en corazón. Thomas y su madre serian la luz de sus ojos el resto de su vida.

Aquel niño era el regalo más bello que Penélope le podía haber dado.

Cuidaría hasta el aire que él respirara. Le protegería con su vida. Ellos eran su familia ahora y nadie podía arrebatarle ese hecho.

El dolor que aún sentía se había reducido sólo con el hecho de ver y acariciar a su hijo. Colin tuvo la convicción de que este niño podría borrar tantos días tristes, grises y opacos vividos en los últimos meses.

-Nos veremos mañana, pequeño-Prometió.

Se alejaron con cuidado para que el pequeño no despertara.

Cuando salieron Colin le dio las gracias a su suegra por el momento que había vivido. Ella le pidió que no se rindiera con su hija, que le diera tiempo. Que aceptara lo que le diera y que se ganara su amor nuevamente.

Nadie más que Lady Featherington podía saber el sentir de su testaruda hija. En estos últimos meses se habían hecho tantas confidencias que la veía como su igual, incluso más fuerte que ella, pero con un gran corazón. Corazón, que estaba segura, aún le pertenecía a su yerno.

Colin agradeció sus palabras y le pidió ayuda para empezar a reconquistar a su hija. Tendría que hacer mucho y estaba más que dispuesto.

Portia aceptó queriendo ver a su hija feliz de nuevo, pero le sugirió que fuera de menos a más. Además, le pidió paciencia y le señaló que la comunicación y los detalles lo eran todo en una relación como la que ellos tenían.

Todo comenzaría mañana y necesitaba organizarlo.

* * *

Matrimonio por PoderesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora