En estos días que he estado de novia con Matias, ha sido el chico más cariñoso y atento del mundo, me gusta mucho y lo he empezado a querer.
—Hoy fue increíble, ¿no? —me dijo mientras caminábamos juntos, sonriendo-
—Sí, estuvo bien —le respondí, aunque no pude evitar notar lo lleno que estaba el lugar al que fuimos—
—No me importa si está lleno o vacío —dijo, tomando mi mano suavemente—. Mientras esté contigo, cualquier lugar se siente perfecto.
—Sonreí, pero miré hacia otro lado.—¿Cómo podía decir esas cosas tan fácilmente? Sentí un pequeño nudo en el estómago.-
—Eres tan dulce —le dije, intentando no sonar incómoda—
—Es que lo siento de verdad —insistió—. Todo lo que hacemos juntos me hace querer estar más contigo.
Me reí, tratando de aliviar un poco la tensión que empezaba a sentir.
—Bueno, no somos una película romántica —le respondí, pero él no parecía entender la broma.—
Mientras caminábamos de regreso a casa, el silencio se sentía más pesado. Matías parecía estar pensando en algo, y yo intentaba mantener la calma.
—¿Te gustaría ver una película en mi casa? —me dijo, su tono sonando un poco más sugerente de lo habitual.
—No sé, tal vez... —respondí, sintiendo que mi corazón latía más rápido. Sabía a dónde podía llevar eso, y no estaba lista.
—Vamos, solo una película. Podemos acurrucarnos en el sofá —dijo, con una sonrisa que intentaba ser encantadora.
—*[Reí nerviosamente, tratando de restarle importancia]*. No sé si eso suena tan bien.
—¿Por qué no? —preguntó, acercándose un poco más—. Sería divertido.
Intenté cambiar de tema, sintiendo que la conversación se estaba moviendo a un lugar incómodo.
—Matías, hay muchas películas que podríamos ver. ¿Qué tal una de acción?
—*[Se rió, pero no se apartó]*. Pero te gustaría acurrucarte conmigo mientras la vemos. A veces, lo más emocionante es lo que sucede en el sofá, ¿no?
—*[Me sentí incómoda, así que traté de desviar la conversación]*. La última película que vi fue genial, ¿te acuerdas de esa que todos comentaban?
—*[Me miró, sus ojos aún fijos en mí]*. Jas, eso no es lo que estamos hablando. Quiero saber por qué te alejas.
—Solo... —empecé, intentando encontrar las palabras—. No estoy segura de que eso sea lo que quiero ahora.
—*[Dio un paso más cerca, su voz baja y persuasiva]*. Solo una vez, Jas. Te prometo que será divertido.
—No sé, Matías... —dije, sintiendo que mi incomodidad aumentaba—. Hay otras cosas que podríamos hacer.
—Pero esto es diferente. *[Se acercó un poco más, buscando mi mirada]*. ¿Por qué no puedes relajarte? Solo somos nosotros.
—Porque... —traté de explicarme, pero sentía que las palabras se me escapaban—. No estoy lista para dar ese paso.
—*[Frunció el ceño, su expresión mostrando frustración]*. Solo estoy tratando de acercarme a ti. Si no quieres, está bien, pero yo sé que quieres, sé que estás loca por mi.
De repente, sentí su mano en mi brazo, deteniéndome.
—Matías, por favor, —dije suavemente, intentando mantener la calma—. Te aprecio, pero no quiero que esto avance.
—*[Su mirada se intensificó]*. Solo quiero estar cerca de ti. ¿Por qué te resistes?
—Es solo que... —mi voz se volvió un susurro—. No es lo que busco ahora.
—*[Con un gesto, me acercó un poco más]*. Solo una vez, Jaz. Quiero mostrarte lo que siento.
Sentí cómo su cercanía me presionaba, así que, con cuidado, traté de zafarme.
—Matías, no... —intenté decir, pero él me tomó de la cintura, buscando un contacto más cercano.
—Solo déjame... —susurró, acercándose un poco más.
—Al sentir como me agarraba la cintura, eso me excito un poco, pero eso no significaba que me sintiera cómoda-
—Lo sé, pero necesito espacio. No quiero forzarme a algo que no puedo.
—*[Él permaneció en silencio, comprendiendo mi decisión]*. Está bien. Solo pensé que podríamos...
Con un suspiro, me di la vuelta y empecé a caminar. No quería dejar que la situación se tornara más incómoda. Tenía que alejarme.
Al día siguiente, me desperté con un nudo en el estómago. La conversación con Matías todavía resonaba en mi mente, y me sentía confundida. Decidí que lo mejor sería darle un poco de espacio, así que evité su mirada en la escuela.
Durante el recreo, mientras estaba sentada en un banco, sentí que alguien se acercaba. Al levantar la vista, vi a Matías, su expresión era seria y un poco angustiada.
—Jaz, ¿podemos hablar? —me pidió, su voz temblando ligeramente.
—No sé si sea buena idea... —respondí, recordando lo que había sucedido la noche anterior.
—Por favor, solo un momento —insistió, mirándome con una mezcla de arrepentimiento y desesperación.
Suspiré, sintiendo que era inevitable. Asentí y lo seguí a un rincón menos concurrido del patio.
—*[Se arrodilló frente a mí, sus ojos llenos de sinceridad]*. Estoy tan, tan arrepentido, Jaz. Lo siento mucho. No quería hacerte sentir incómoda.
—*[Lo miré, sorprendida por su gesto]*. Matías, solo... no sabía cómo manejar la situación.
—Yo tampoco. *[Bajó la mirada]*. Estaba tan emocionado de estar contigo que no pensé en cómo te sentirías. Me dejé llevar y no debí hacerlo.
—Lo entiendo, pero no puedes presionarme así. Necesito que respetes mis límites.
—Lo sé, y te prometo que no volveré a hacerlo. *[Sus ojos se llenaron de lágrimas]*. Te valoro mucho, Jaz. No quiero perderte por algo tan estúpido.
—No es que quiera perderte, pero necesitamos aclarar las cosas. No estoy lista para ese tipo de relación.
—*[Se acercó un poco más, su voz baja y temerosa]*. Entiendo. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que decidas. Estoy dispuesto a esperar.
—De acuerdo. Solo prométeme que serás más consciente de mis límites en el futuro.
—Prometido. *[Se levantó, todavía un poco nervioso]*. Solo quiero que sepas que de verdad me importas, Jaz. Nunca quise que te sintieras así.
—Y yo aprecio que lo digas, Matías. *[Sonreí levemente]*.
—*[Sonrió con un alivio visible]*. Gracias por darme otra oportunidad. Prometo ser mejor.
A medida que regresábamos al grupo de amigos, sentí que había un nuevo entendimiento entre nosotros.
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ALMAS GEMELAS
RomanceUna chica que ama con todas sus fuerzas a otra y hará todo por conseguir su amor