6.

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Alondra la estampó contra la pared de su habitación cerrando la puerta detrás.

Rai soltó un gemido, Alondra habia empezado a jugar con su cuello de una manera única. Pasó su lengua por él, al mismo tiempo que lo mordía ligeramente.

Más abajo, sus manos se encargaban de desabotonar aquella blusa que Rai había tardado de quitarse cuando estaba en el auto.

Pero ahora, no tenía escapatoria. Quería verla desnuda. Sus ganas fueron mayores, arrancado con brutalidad aquella prenda. Los botones se desprendieron toscamente.

Se separó.

Quería mirarla.

Queria observar sus pechos aún cubiertos por el sujetador.

Se inclinó para pasar su lengua por el pecho descubierto de ella.

-Alo... -murmuró Rai. Apretó la nuca de ella, no podia controlarse, ya no habia nada que la hiciera detenerse. Las manos de ella se encargaron esta vez.

Los ojos de ella observaron la fina linea de la bonita braga de Rai.

Esto era tan fuerte.

¿Por qué no la había conocido antes?

Habia conocido a muchas mujeres.

Pero...

Ella era diferente.

Se pegó a ella, cuerpo a cuerpo, se tocaron. Se estaban sintiendo entre ellas. Pasó a besarle el cuello, mezclando su acogedor aliento con el maravilloso perfume de Rai.

A continuación, sus manos le tocaron la espalda suavemente, sus dedos se resbalaron entre su piel, poco a poco, llegando hasta el broche de su sujetador.

Ella se separó escasos centímetros.
murmuró. Un murmullo parecido a una queja, la miró a los ojos.

Tragó saliva, la vista se le nubló un poco más. Volvió a pegarse a ella, sus pechos quedaron atrapados entre su torso. Rai le abrazó el cuello, mientras ella colocaba sus manos en su cintura.

Un beso más.

-¿Estás bien? -le susurró. Rai asintió casi al unísono, había perdido completamente la cordura por ella. Necesitaba sentirla dentro de ella ahora mismo.

Sus dedos bajaron por entre el abdomen de ella.

Rai le apretó la espalda, desesperada.

-¿Qué? -le sonrió.- ¿Estoy haciendo algo mal? -dijo. Su dedo indice la tocó. La toco una vez más, Rai hizo la cabeza para atrás.

-Dios -murmuró ella. Nunca había experimentado algo así con alguien.

Pero eso no había sido todo.

-Haré que no te arrepientas de esto. -le susurró Alondra a Rai.

𝑇𝑒𝑛𝑡𝑎𝑡𝑖𝑜𝑛 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora