Forever |Raura||Adaptada|

Capítulo XXVIII

Amberly:¡Dios! -grita y dos tazas se le caen al piso, lleva las manos a su boca y las quita de inmediato cuando vio el desastre en el suelo, me da compasión, así que intento levantarme de los brazos de Ross, pero cuando pongo un pie fuera del sillón él me agarra de la cintura y se coloca a mi espalda, así que me lo llevo hasta llegar a Amberly.

Laura:Oh, Amberly, lo siento... -me estaba a punto de encoger, entonces Ross me detiene y se agacha a recogerlo, no entiendo que drama tiene...

Ross:Podrías cortarte -Me avisó. Llevó los pedazos hasta la cocina y los botó en el basurero, Amberly se volvió hacia nosotros mientras Ross llegaba a mi lado de nuevo después de haber ido a botar ambas tazas -Lo siento si aparecí sin llamar, prometo llamar antes, es que era importante, necesitaba verla... -me toca los hombros con ambas manos y me pega a su cuerpo.

Amberly:Bueno, señorito... -espera a la respuesta de Ross, él baja la cabeza hasta mí y acaricia mi cabello con la mano derecha que tenía en mi hombro.

Ross: Ross, dígame sólo Ross.

Amberly:Bien, sólo Ross... -repite cómo si probara las palabras en su boca, Ross asiente y deja de mover su mano en mi cabello, esa hermosa caricia deja de interesarme, por que ahora recuerdo para qué había venido Ross, necesitaba hablar conmigo, y no estoy segura, pero tengo miedo de que sea algo o muy malo o muy terriblemente trágico.

Amberly mueve su cabeza hacia mí y luego a Ross, pareciera como si pasaran los minutos mientras nos escudriña, luego vuelve a la cocina y Ross se pone en el lugar de Amberly para tenerme de frente, por que al parecer, yo me he quedado de piedra en mi lugar sin mover ni un sólo músculo.

Ross tarda sólo unos segundos en traerme a la vida real otra vez, lo miro a los ojos con preocupación aunque él no lo notara, entonces toma mi mejilla con su mano y acaricia con su pulgar mi mejilla, llegando hasta mis labios y acariciándolos con solamente su pulgar. Se acerca sin pudor alguno. Amberly está aquí, ¿no me besará en frente de ella o si?, por dios, no ahora... tendría que darle una explicación a mamá entonces...

Ross:me gustaría estar contigo en un lugar más privado, ¿podemos ir al patio?, necesito hacer algo -¿Algo como qué?, no me detengo a pensarlo más de un segundo cuando le aviso a Ross que salga por la puerta trasera, yo suspiro, corro arriba y tomo mi celular, lo meto en mi bolsillo y bajo corriendo, salgo al patio y Amberly no se da ni cuenta de nuestra ausencia.

Laura:Correcto, ¿qué es tan importante que debes hacer? -me siento en el pasto junto a él pero enseguida me toma de la mejilla y me estampa un beso en los labios, tan pasional que nisiquiera yo puedo controlarlo, me muevo enérgicamente y me agarro de su cuello, siento una de sus manos en mi cintura sosteniéndome, luego va hasta mi espalda para que no me desequilibrie y me caiga hacia atrás -¿Hice algo bueno...? -pregunto intentando convencerlo de que me diga que le sucede con indirectas.

Ross:Sí -Se recuesta en el pasto, completo de pies a cabeza, y me toca el rostro, yo sigo sentada mirando su rostro, me pongo tapandole el sol que le molesta y me encuentro con una sonrisa más notoria. Entonces suspira.

Laura:A ti te sucede algo... -Digo esperando a que me responda con una respuesta larga, pero no lo hace, sigue con monosílabos.
Ross:Sí -Responde y yo suspiro esta vez, llevo mi mano hasta su mejilla y la acaricio, no puedo creer a la buena persona que he conseguido obtener, él es... tan perfecto y yo soy tan imperfecta, juntos no hacemos ni uno. Bueno, él sólo podría hacerlo, pero... conmigo no -Hey... -me hace reaccionar y lo miro directamente a los ojos -Tus ojos son hermosos -Acerca sus manos hasta mi, y me quita los lentes, entonces se los deja en el pecho para que luego me los ponga.

Laura:Pero.. los.. los nece.. -Me tranquiliza, siento que me toca las manos cuando casi me altero, no sé que hace con mis lentes ahora, pero él me levanta y pongo firmes los pies en el pasto, distingo cosas, pero no tan nítidamente -Ross, no puedo.. -digo angustiada. Bajo la cabeza completamente intentando encontrar mis pies, pero no logro divisarlos y me pone aún más nerviosa que antes, él aún sostiene mis manos.