Forever |Raura||Adaptada|

Capítulo XXXVI

Me separé de ella y me quité los lentes para secarme las lágrimas de una chica débil ante sus ojos, odiaba llorar, mucho. Más cuando alguien me veía, era preferible llorar en la oscuridad o en mi propia cama, ahí donde nadie me molestara ni pudiese verme nunca. Y A veces pienso así, que sería mejor estar en un lugar alejada de todas las personas que tenerlas cerca, porque tarde o temprano te dañan, aunque sea un poquito, cada vez aumenta el dolor.

No tuve, o al menos no quería decir nada, ella asintió, esperó a que levantara la cabeza para afirmarle que estaba bien cuando ella sabía exactamente que no era cierto, quería reír y llorar, era mezcla rara, lo sé, pero cuando estoy con ella todo es tan loco, divertido, arriesgado, frenético, asombroso...

Raini:Creo que te hice llorar... -reí un poco y luego me detuve, acomodé bien mis lentes en el fuente de mi nariz y Raini tocó mi brazo con su mano y me acarició, necesitaba de comprensión, pero más que eso, necesitaba algo de soledad, no quería tener que remediar con el habla en este momento, sólo quería quedarme sola -Perdóname, en serio... sé que tú no te alejarías de mi... ni yo de ti, mucho menos... -era cierto, jamás me alejaré de ella y tampoco creo haberlo pensado, o tal ves si, cuando estaba queriendo ahorcarla, pero ahora quiero abrazarla tanto -Amiga, todas pasamos por momentos difíciles, pero estoy aquí y aunque te lo haya repetido ya un montón de veces hasta cansarte, pues lo repetiré si es necesario, tu siempre puedes venir a mi..., para lo que sea -Sonrió levantando la cabeza al fin, ella se pega a mi y me da otro abrazo y se va, me quedo mirando sus pasos, se aleja del campo y me deja sola...

El cielo está algo feo, no se ve tan perfecto y lleno de alegría como hace tres o cuatro horas cuando llegué al instituto, desearía que todos los días pudiese oler el pasto después de la lluvia, es algo que amo, es extraño, pero eso me recuerda a que ha acabado de llover y amo los días alegres y más aún cuando tienen tanto sol...

Me quedé pensando ahí acerca del clima y no me di cuenta que había comenzado a caminar hasta las gradas, me encontré a mi misma sentada, miré a un lado y al otro, al parecer Ross no iba a llegar, tendré que irme, pero espero al menos encontrármelo afuera en cuanto nos vayamos para que me de las entradas, por que esta vez no pienso faltar al partido... claramente si ellos ganaran (que es casi siempre), Ross se irá con sus amigos a comer algo a algun lugar con onda y cool, y yo terminaré sola en... pero espera, es exacto lo que puedo hacer, ¿qué mejor que después del partido invitar a Raini con Nathan a mi casa para la pijamathan?, ¡Es perfecto! y esta vez no sería nada muy planeado como hizo frívolamente Raini, esta vez será algo que yo quiero hacer por ella, para sentirnos más cercanas la una a la otra, pero eso sí...pijamada o no, no le diré lo que hay entre Ross y yo.

Por acto reflejo me levanto, Ross está ahí en frente de mí, jadeante y mirándome, me toma de la cintura y me pega a su cuerpo, lo abrazo y entierro mi rostro en su cuello tocando su torso con mi mano derecha, mi cuerpo tan pequeño pegado al suyo fuerte, es algo reconfortante, me hace sentir mejor siempre, aunque lo he dicho, prefiero estar sola en estos momentos para pensar más en todo lo que ha pasado, requiero que algún momento alguna vez en mi vida... para pensar, recordar y rememorar.

Ross:No sabes cuanto te heché de menos, sé que nos separa mucho todo, y que a veces piensas que no tengo tiempo para ti, pero que sepas, que sea como sea, yo estoy aquí para ti, y puedes venir a mi... siempre. Por siempre -moví mi rostro por su pecho, queriendo encontrar algo más profundo que su corazón, mi nariz está helada y lo comprueba él mismo, mi piel está helada, no llevo mi chaleco de la escuela, sólo delantal de la escuela.

Laura:Quiero las entradas, porque quiero verte ganar ese partido... tú... sólo... te..te quiero... -No pude pronunciar su nombre al final de la oración, estaba algo sollozante y jadeante, respiraba con algo de dificultad, no sabía en donde estaba de un momento a otro, siempre me pasa lo mismo, me pierdo, pero encuentro mi lugar en sus brazos cuando él me rescata. Sonrío en su pecho, me agarro de sus antebrazos y él toma mi mentón con su mano derecha y levanta mi rostro hasta el suyo, tengo que alzar bien la vista.