Capítulo LX

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A las nueve me despedí de mamá y me fui a la fiesta en taxi. Recordé los mensajes que me llegaron, ¡Raini y Nathan podrían volver!, pero debo de arreglar en cuanto antes lo del trabajo de Nathan acá para que pueda instalarse y vivir con su hermana, me importa un comino que tengan que vivir a mi coste, en cuanto sepa que han llegado aquí seré la primera en darles la bienvenida y en llorar en sus hombros.

A las una, Laura Marano, me recordé. Tendríatan sólo (desde las 10 hrs. hasta las 1 de la mañana) tres horas para divertirme, o al menos para hacer amistades, bien, debía de conserguirlo de una manera o de otra, no podría seguir siendo tan tímida después de todo lo que he conseguido arrebatándole casi el trono a la princesa (mejor dicho, Reina) de la escuela.

La timidez no debía de ser un problema nunca más para mi, me he metido con el chico popular de la escuela, (al único que amo y que nadie lo sabe), tengo a la amiga más loca de toda la escuela, al menos ahora que nos hemos hecho más conocidas entre los primeros y segundos medios podríamos nombrarnos a ambas como "locas" ya que podríamos haber destruido un comedor nosotras solitas. Tengo a mi madre, a Amberly, a mi padre que probablemente no lo pueda tener todo el tiempo, pero sí a Amberly, a Nathan que también le extraño mucho y ya no podré dejar de contar las horas para vernos, no diré que tengo algo muy bueno en mis manos, tengo a todas estas personas que se preocupan por mi, pero siento que me falta algo... algo me dice que me falta una cosa.

¡Dejar que dejen de creer que soy invisible! y para conseguirlo, intentaré hacer "amigos" o "robots de amigos" lo que venga primero, tal vez consiga congeniar con las de plástico (que sí, hay muchas) o quizá consiga tener algo en común con los chicos del equipo de futból americano, o las chicas porristas que se han visto muy poco en el campo y que desconozco de sus identidades, pero están invitadas a la fiesta en casa de Ross.

Llevo el papel que encontré en mi casillero por cualquier cosa, ¿quién habrá sido el que me haya metido el papel ahí?, ni idea, pero espero descubrirlo, tengo tiempo para ello y ya que Raini y Nathan tienen problemas para volver pues tendré que ver qué hago para ayudar a ambas causas (la mía y la de ellos), así que debo ponerme manos a la obra y a empezar la función.

El taxi no tardó demasiado, la casa no quedaba para nada lejos, así que llegamos enseguida, dí las gracias y escuchaba la música ambiente que sonaba desde los altavoces en casa de Ross, no recordaba escuchar esa melodía alguna vez, pero Ross seguro que la tenía de sus favoritas.

En todo el tiempo en que hemos estado juntos, jamás me invitó a bailar con chicos de la escuela, he imagino que hoy éso no será la excepción, con suerte me mirará, pero ya espero llegar a la habitación que me indicó y ver qué ha preparado, sólo quiero que la fiesta no salga de control y todo vaya genial.

Toqué la puerta reiteradas veces,pero nadie abrió, las ventanas estaban abiertas y se escuchaba el ruido, así que tuve la más grandísima idea de todas, ¡la puerta de atrás!, ésta puerta también estaba abierta, pero no me había atrevido a entrar por esa y pensé que la de atrás estaría menos ocupada, cuando entré libremente subí alegremente.

Nadie me vio demasiado, algunas miradas se escurrieron por el salón, pero no vi a Riker, ni a Rydel, ni a nadie de la familia, pasé por el pasillo y me di cuenta de que las lámparas marroquí estaban encendidas, se dedicaron una a una para encenderla y dejarla tranquilita en donde estaba.

Llegué hasta la habitación, hasta acá la música se escuchaba más baja, tampoco estaba a todo volumen, pero los demás de abajo parecían estar esperando algo, porque sinceramente bailar no pensé que sería: tener un vaso en la mano mirando al otro y hablar. La puerta se abrió cuando toqué, siempre, siempre tocar por cualquier cosa... me dije.

Forever |Raura||Adaptada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora