Forever |Raura||Adaptada|

Capítulo XLVIII

Él tan sólo hace dos segundos se había adentrado en la habitación en que estábamos y venido a bajarme de las escaleras y a abrazarme fuerte, muy fuerte. No olvidaré el rostro que puso al entrar, dios santo, sus ojos, sus bellísimos ojos estaban rojos de las lágrimas, está debastado, yo sólo logro sujetarme de sus hombros, pero él no me suelta, él me necesita, él me quiere con él, no pude haber sido más tonta que nadie cuando terminé con él... ¡y por teléfono!, lo dije, lo admito y lo repito: "soy la más pésima novia del mundo".

Ross sorbió un poco encima de mi polera en mi hombro, ocultando su rostro en mí. Yo con las manos congeladas ahí en sus hombros miré su cabello dorado atrapando su rostro en mi pecho, está buscando refugio, no quiere que lo vean llorar. Rydel y los chicos deben de tener una muy buena primera impresión de la chica que le hizo daño a Ross, "Sí, una super buena impresión" me dije sarcástica.

"Mira lo que le hiciste, está así y esto es tu culpa." me reprendí a mi misma, inhalé y exhalé, atrapé otra vez todo el aire a mi alcance y lo saqué todo de mis pulmones para dejar el shock que sentí ante su brazo, pero por más que intentaba hacer algo,seguía ahí pensando y pensando. Levanté la vista y tenía razón, los chicos estaban ahí en fila mirándonos. Parpadeé bajando la vista a el cabello de Ross intentando ver si tenía un lugar para ocultarme también, pero no. Yo hice esto, yo tengo que arreglarlo.

Rydel:Chicos, déjense de mirones -Había hablado y estaba mangoneando a los chicos y lanzándolos a un lado y al otro, murmuró algo que no alcancé a oír y se fueron, Rydel cuando estaba a punto de irse me dio una mirada y me guiñó el ojo, los chicos nos seguían mirando por entre medio del bar que tenía la familia, así que Rydel en cuanto apareció los empujó para que siguieran caminando. Sus miradas habían sido graciosas y divertidas, pero no me estoy riendo.

"¿Quieres en serio reírte en una situación así?" mi mente sigue molestándome, cuando me aseguré de que estábamos completamente solos y Ross aún no pensaba ni en soltarme, le abracé fuerte rodeando su cuello, noté como se relajaba e increíblemente me apretaba más a él como si hace más de mil años me hubiera vuelto a ver. Sus manos me rodeaban completa mi cintura, la mano derecha llegaba hasta el extremo izquierdo de mi cuerpo, alcanzaba a tocarme las costillas, su mano izquierda llegaba al otro extremo también.

"Dí algo, no digas que no puedes, házlo. No puedes permitir que siga así por ti" es verdad, suspiré. No puede estar de esta manera por mi, lo dije, nadie debería de gastarse una lágrima por mi y ahora he hecho llorar a un chico que me amó con toda su alma, pero que desvanció ese amor por mi con el tiempo, sí, si preguntan que aún creo así, pues sí, aún creo que él ha dejado de quererme.

"¡¿Qué más quieres que haga para que lo tomes en cuenta y digas que en serio te ama?!" mi subconciente me gritaba, ya no hablaba conmigo si no que me gritaba para tratar de hacerme entrar en razón, pero, ¿qué podía querer que hiciera?, yo soy la insensible, no Ross, yo soy la que debería de hacer algo, pero no puedo, por más que intente sé que no podré demostrarle mi amor de verdad y él se alejará de mi...

Ross tragó saliva y yo me escondí en su cuello intentando cerrar los ojos sin miedo, enterré mis manos en su cabello acariciándolo, él quería hablar. Carraspeó muchísimo, que al final no dijo nada. "Es hora de hablar y arreglar lo que hiciste, idiota" me dijo mi subconciente, ¡le encanta estar en contra mía!, correcto, debería dejar de pelearme...

Laura:pensé que no me querías a tu lado... -susurré en su hombro, ocultando mi rostro lo más que podía, su tacto era agradable, siempre, siempre lo ha sido así -Pensaba ignorarte, no quería tener más problemas contigo, bueno, conmigo... Ross, déja que me explique, yo... -tartamudée -te... te quiero... pero, a veces las personas cansan a las demás y yo pensé que tú estabas... cansado de...