Forever |Raura||Adaptada|

Capítulo XXVII

Laura:¿Qué pasó? -Preguntó destontandome del beso.

Ross:Te necesito... -Me abraza y acaricio su cabello con mis manos.

Laura:Tranquilo, Ross, si no me cuentas no entenderé... -Él se separa y toma mi rostro con sus manos, su suave tacto me estremece.

Si me pongo tímida, me golpeo.

Ross:¿Puedo entrar? -pregunta indicando la puerta de mi casa, sus ojos están vidriosos.

Yo asintio, él me toma de la mano y caminamos hasta dentro, miro a Amberly y ella se va de la cocina entendiendo mis señas de "largo de aquí", entonces siento a Ross en el sillón y me siento en el otro, él me queda mirando y toca el sillón a su lado, está pidiendo que me siente ahí.

Laura:Ahm... estoy bien aquí.- Ross se levanta, yo me quedo quieta en mi lugar, pone un brazo por mi espalda y lo dejo, luego pone el otro por mis piernas y me levanta del sillón, tengo miedo así que me obligo a tomarme de su cuello con mis manos para no caer ni rebotar en el piso, mis lentes cuelgan, así que los tomo con una mano y los acomodo de nuevo, Ross y yo llegamos al sillón en el que él estaba y se sienta dejándome todavía encima de él, me rió para mis adentros y él vuelve a abrazarme fuerte, no entiendo que sucede, pero creo que es algo para preocuparse de verdad.

Estoy tratando de no contener la respiración, me digo a mi misma "respira" mil veces.

Ross:Laura, te quiero... -Sus palabras están algo quebrantadas cuando las dice, y estoy agarrada a él, me abraza rodeando mi cintura y poniendo las palmas de sus manos en mis omóplatos para quedarme pegadísima en él, su rostro está escondido en mi cabello y lo huele mil veces, no me quiere soltar, pero tampoco quiero quedarme aquí,quiero entender que le pasa, y ¿por qué hace tanto por quererme a su lado ya?.

No me deja hablar, estoy algo confundida, estoy algo mal de la cabeza, Ross sólo vino a mi casa para darme un abrazo, para besarme y decirme que me quiere, aún no me a dicho nada más, y comienzo a derretirme por la idea de que sólo vino para verme, pero de pronto me pongo tensa cuando deja de apretarme y me hace un poco hacia atrás para mirarme, él mira mis manos y toma una con la suya y las entrelaza, su mano fuerte que está sola ahora en mi espalda sigue teniéndome cómoda en su regazo, yo no me quejo.

Sus ojos ya no están más vidriosos, pero tienen un hermoso brillo, es como la primera vez que me vio, la primera vez... esa vez en que él iba en bicicleta a la escuela y me botó dejando caer todos mis libros, en ese entonces yo estaba horrendísima, lloré por unos segundos al notar que me había hecho un daño en mi antebrazo, había caído al cemento y no era lindo, estaba sangrando, pero eso no me importó, noté unas manos cálidas en las mías, eran las de él, estaba ayudándome con mis cosas, lo miré a los ojos y me quedé ahí como roca.

Ross:Perdón...-me dijo cuando tomó todas mis cosas y me las pasó en la mano, quedé tonta, completamente tonta, no podía hablar, no sabía cual era su nombre así que lo mejor sería irme, por que sabía que jamás volvería a verlo, o mejor dicho tenía mentalizado de que él jamás volvería a querer verme, pero antes de irme con mis cosas él habló -¿Estás bien? -yo asentí y él sonrió, una hermosa sonrisa, su blancura era perfecta, lo miré por encima de mis lentes, mordí mis labios con mis frenos, dolió un montón, pero ya me había hecho más daño y era normal -¿No duelen esas cosas cuando te muerdes? -me preguntó apuntando mis frenos, yo sonreí y negué con la cabeza -Perdóname otra vez, ¿puedo llevarte a alguna parte?, podríamos comer, yo invito... -No podíamos salir, porque no hablaba, yo era tímida, muy tímida en ese entonces y lo último que salió de mi fue un rotundo "no" en mi mente, pero negué con la cabeza, entonces me di media vuelta y lo perdí de vista. Después no dejé de pensar en él y lo bruta que fui por haberlo dejado irse, llegué al instituto y con eso dije "año nuevo, vida nueva", me enteré entonces que había un chico muy popular, llamado"Ross Lynch" y resultó ser él, pero había fracasado tantas veces intentando ser popular que finalmente lo había conseguido, nos hicimos amigos y salimos a escondidas, yo no entendía por qué no quería juntarse conmigo en el receso o en las clases, pero luego fui entendiendo que no quería que su popularidad bajara y le entendí, le dije que no hacía falta que saliera conmigo por compasión, pero entonces me pidió que saliera con él a una cita,me dijo que me quería y que yo le gustaba.Me llevó fuera del restaurante de nuestra cita y me besó en los labios sin lugar a dudas para marcar su territorio, me había enamorado torpemente de él, luego él me dijo que una vez había visto a una niña igual a mi, que no podía olvidarse de ella y que pensaba noche y día en ella, me dijo que esa niña la reconocería en donde fuese y me afirmó que era yo, pero que cuando me devolvió mis cosas al haber chocado él conmigo en su bici yo me fui sin hablarle, fue cuando lo dejé "maravillado", eso me confesó.