Capítulo LIV

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Había estado, mejor dicho, estaba. Estaba en las galerías, esperando a que Ross volviera, ése día llevába mi libro en las manos, hoy iría a buscar mis maletas, me quedaré con Ross hasta encontrar un lugar, sólo espero que me deje quedarme un par de días más. Sólo necesito un mes, un mes y me iré, se lo prometeré.

A parte de éste loco día en que conocí a "Jessica" y que está destinada a ser mi amiga creo que más o menos por obligación o porque le debe "una" a Raini, de todos modos espero que no se meta tanto en mi vida, Jessica es muy chismosa, yo no juego con chicas así, la verdad es que con ninguna chica he calzado, y no me encariñaré con ella, con nadie desde ahora, todas tus amigas te romperán el corazón, y si tienes un corazón frágil, es mejor saber con quién te juntas, aunque siempre hay desconfianza...

Ross:¡Laura! -desperté de mi trance y vi los brazos fuertes de Ross rodearme después en un momento, luego se hizo hacia atrás y besó mi nariz, fue un beso de pato -Pensé que no me escuchabas, lo siento... -es que en serio no le había escuchado, llevaba una bolsa blanca y traía la camisa blanca que usa para hacer deportes -Traje algo para ti, pero tienes que cerrar los ojos -Sin protestar ni insistirle que sólo me mostrara lo que traía: cerré los ojos. Esperé a que él me dijera que los abriera: -ábrelos -los abrí y me encontré un collar.

El collar era de oro, estoy segurísima, tenía una perfecta "O" dibujada en el rostro, es que, esto no me lo esperaba para nada, pensé que comeríamos otra vez chocolates y nos contaríamos nuestra mañana y qué ha pasado, pero como vivimos juntos ahora creo que ya no será necesario. El collar, de oro, precioso, y estaba mi nombre... "Laura" y, de pronto sentí que tenía algo mojada la cara, algo húmedo caía por mi nariz, era una lágrima.

Ross:14 kilates. Pero no te diré el precio, porque... es un regalo -él se levantó, fue hasta atrás de mí y me puso el collar, se volvió a sentar y miré mi pecho donde descansaba mi nombre, me caía a la perfección -se te ve hermoso... -tomó mi rostro con su mano y secó mi mejilla con su dedo pulgar de mis lágrimas -Las reinas usan joyas, coronas, vestidos elegantes, pero mí princesa debe de usar todas las joyas del mundo... la reina se pondrá celosa de que mime a mi princesa.

Laura:no me importa ser una princesa, sólo quiero saber que te tendré por siempre -Estaba llorando y hablando con el corazón, no quiero que me deje, jamás -Ross, quiero decirte algo, y sólo quiero que me escuches, es lo que te pido... sé que jamás he sido bonita, no tienes que decirme que me equivoco cuando sé que estoy en lo correcto...

Ross:ningún ser humano es perfecto, y me encanta como eres, es lo que importa.

Laura:¿Por qué tienes que ser tan adorable? -reí y sequé las últimas lágrimas, mis lentes de contacto seguían ahí, quietos sin moverse de su lugar, él sonrió.

Ross:te traje otra cosa...

Laura:espera, es que.. ¿cómo lo pagaste? -pregunté tocando mi pecho, donde tenía mi nuevo collar -Es demasiado...

Ross:tenemos dinero, sé que me arriesgué mucho al entrar a la habitación de mis padres y sacar algo de dinero, pero... no les importará, de aquí en más les importa mi felicidad y lo que yo haga con el dinero no debe de interesarles -Me tomó de los brazos y me abrazó, acaricié su espalda.

Laura:Te amo -le susurré al oído y sentí que se movía completo, tembló por un momento y después sentí sus labios en mi cuello, había hecho un huequito más para resguardarse del viento en mi cuello.

Ross:también te amo -sonó algo amortiguado, porque no alcanzaba a oírle desde ahí, intentaba ocultarse.

Laura:No importa cuánto hayas tardado en decirme "te quiero", no me importa que te gastes dinero en mí, pero me preocupa que lo hagas, cuando yo sentía que no valía nada tú apareciste -Mi voz sonó quebrantada -y desde ese día no te había olvidado... No quiero que me dejes, pero tampoco quiero que estés infeliz conmigo, si sientes el más mínimo desprecio yo... -Perdí la voz. Ross se hizo hacia atrás y miró mis ojos fijamente solo ahí pude darme cuenta que tenía mojada su mejilla, sólo un poco y sus ojos estaban algo cansados,y acuosos, había estado llorando en mi hombro, levanté mi mano hasta su mejilla y le acaricié. Sólo en ese momento conseguí que mi voz volviera -quiero que te vaya bien hagas lo que hagas, y sé que será así porque confío en ti, eres alguien especial, una persona, eres sólo un humano, pero tampoco debes creerte demasiado porque seas popular... tú eres quien tú eligas ser, y si ser popular es tan importante para ti como para los que te quieren, pues... no reclamaré nada. Y cuando yo me vaya tú tienes que... -me quedé callada.

Forever |Raura||Adaptada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora