15: Conquistando a Valentina

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Juliana

En cuanto abrí los ojos a la mañana siguiente la vi, acurrucada junto a mí, durmiendo como un angelito...

Pobrecita, quién sabe cuántas noches estuviste sin dormir.

Y aquí estoy yo, atrapada entre el respaldo del sofá y tú, supongo que aprovecharé esta oportunidad única, ahora que estás profundamente dormida, para admirarte...

¡Por Dios!, ¿puede existir alguien más adorable ?... Lo dudo, y sí, lo sé, te estoy idealizando a pesar de que ahora mismo escucho tus ronquidos, no son muy intensos pero roncas Val, ¿quién lo hubiera pensado? Además, babeas... pero sólo un poquito ¡eh!, sólo un poquito. En verdad eres adorable y yo... bueno, yo te adoro, aunque tú no lo sepas.

¡Vaya noche que me has dado! ¡Valentina Carvajal... gay! Jamás lo hubiera imaginado y no te lo puedo negar, estoy feliz. No me malinterpretes ojitos, sé por lo que estás pasando y lo lamento, pero con este nuevo descubrimiento no puedo evitar pensar que quizás haya una esperanza, el pensamiento de que jamás podrías fijarte en mí por ser heterosexual se derrumbó anoche de forma estrepitosa, y sí, también lo sé, ser gay no equivale necesariamente signifique "estoy enamorada de Juliana", pero también sé que ahora hay una posibilidad y eso me gusta, me gusta mucho.

Claro, ahora enfrento un nuevo dilema: la noticia de anoche que, también excusaba mi argumento para no confesarte que yo también soy lesbiana, asunto que a pesar de todos tus miedos tú sí te atreviste a revelar, es decir, tal como las cosas amanecieron hoy, ocultarte que yo también soy gay pasó de ser un camuflaje necesario a una maldita mentira, y yo no quiero mentirte Val pero... ¿cómo te lo digo? Es más, si te lo confieso ahora, después de todos estos años, la pregunta obvia que tú me harías sería: ¿por qué me lo ocultaste durante tanto tiempo? Y entonces, ¿qué respondería yo?... ¿con otra mentira? Obvio, no, tendría que decirte la verdad completa y volvemos al principio, al miedo de que nuestra amistad se quebrante por la expresión de un sentimiento que incluso siendo gay (a partir de ahora), quizás no puedas corresponder...

¡Mierda! Esto parece un nuevo maldito círculo vicioso, el círculo vicioso de la mentira...

Segunda Ley Valdés:

"Para sostener una mentira por lo general hay que inventar una segunda, que a su vez necesitará una tercera y así, de forma sucesiva. Cuando todas las mentiras se conecten entre sí se creará un círculo vicioso que sólo podrá romperse destruyendo la mentira original, es decir, revelando la verdad que tanto te esforzaste en ocultar".

¡Esto es una locura!

Bueno, supongo que tendré tiempo para pensarlo, quizás debería consultarlo con algún sabio, es decir, con mi madre, a ella le sobra la experiencia y sabiduría que a mí suele faltarme. Puse en pausa mis desvaríos cuando noté que la razón de todos ellos estaba a punto de despertar.

Esperé a que abriera los ojos, para decirle con una gran sonrisa:

—Buenos días bella durmiente, ¿cómo te sientes?, ¿dormiste bien?

Ella me vió con una expresión que, estoy segura, de haber estado en pie me hubiera tumbado al suelo; había magia en esa mirada, en el brillo de sus ojos.

Después de un bostezo tan adorable como ella, me respondió:

—Sí, dormí como un bebé...

—Que bueno, creo que lo necesitabas... dormir, quiero decir.

—Definitivamente, llevaba varias noches sin dormir y durmiendo bastante mal. Me siento mucho mejor ahora.

—Me alegro Val. Dime, ¿qué deseas hacer hoy? Podríamos salir a comer. Cerca de aquí hay un lugar donde preparan un delicioso brunch. ¿Qué te parece?... Yo invito.

Clásico VI JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora