14: Ser gay apesta

151 36 2
                                    

Juliana

Pero... ¿¡¡Qué!!?

¿Acaso estoy soñando? ¿Valentina acaba de confesarme que es... gay?... ¡GAY! Esto rompe todos mis esquemas, todo lo que creía. Tengo ganas de saltar y saltar sin parar y gritar como una loca: "¡Valentina es gay! ¡Valentina es gay!".

Los fuegos artificiales del 4 de julio parecen simples chispitas comparados con la celebración que tengo ahora dentro de mi cabeza. Quiero tomar tus manos y decirte mientras te miro a los ojos:

"Yo también soy gay y te amo Valentina Carvajal... siempre te he amado... cásate conmigo...

¿quieres casarte conmigo?" ¡PARA! ¡Para Juliana! ¿Por qué Luis terminó con ella por eso?... ¿Acaso amas a alguna chica y yo no lo sé? ¿Será que nadé y nadé tan solo para morir en la orilla? ¡Mierda!...

- ¿Po-por qué Lucho te dijo que eres gay? ¿Estás saliendo con alguien?... ¿Con una chica?

- ¿QUÉ? ¡NO!, no estoy saliendo con nadie -escuché responder a Valentina.

Se veía molesta, contrariada, confundida..., aterrada.

¡Valdés, eres una idiota! ¿Acaso no te das cuenta? Valentina está muerta de miedo, lo último que ella necesita ahora es a una loca declarándole su amor o preguntando estupideces. Eres la primera persona a quien le confiesa esto... ¿Recuerdas cómo te sentías cuando hablaste de esto por primera vez con tu madre? ¿Lo recuerdas, pedazo de idiota? Valentina necesita ahora a su mejor amiga. Por favor Valentina, concéntrate, puedes hacerlo mejor. Abrázala, apóyala, se su amiga ¡Carajo! ¡Haz algo! ¡Di algo!

-Perdona mi estupidez Val, creo que esta confesión me cayó de sorpresa. ¿Es por eso que tienes esas ojeras?, ¿es por eso que no has podido dormir?... ¿Tienes miedo, verdad?

Valentina asintió y agachó la cabeza, como si estuviera avergonzada. Vi cómo un par de lágrimas cayeron de sus ojos y fueron esas lágrimas las que por fin me hicieron reaccionar como debí haberlo hecho desde el principio. Yo seguía recostada sobre el sofá, de modo que abrí mis brazos y la invité con un gesto a refugiarse en ellos, mientras le decía:

-No tengas miedo, todo saldrá bien ojitos...

Como si fuera un perrito triste, Valentina se lanzó hacía mí y me abrazó. Ella comenzó a sollozar. Yo la abracé tan fuerte como pude. También sentí deseos de llorar, pero respiré hondo para evitarlo. Valentina necesitaba mi fortaleza y mi comprensión y yo sabía cómo dársela, por supuesto que lo sabía...

Si alguien sabe cómo te sientes, soy yo Val. Y aquí estoy.

***

Valentina

Me refugié en los brazos de Juliana, llorando; esas últimas palabras que había pronunciado eran todo lo que yo necesitaba escuchar, sin embargo, su forma de mirarme al principio y esa pregunta que hizo me desconcertaron. Por primera vez me sentí insegura frente a ella, necesitaba saber qué estaba pensando, si todo entre nosotras seguiría igual que siempre, pero no me atreví a decir nada, no me atreví a mirarla a los ojos.

Por fortuna, fue ella quien habló:

-No llores Val, imagino que te sientes confundida, perdida, pero te aseguro que todo saldrá bien.

-Tengo miedo Juls. Yo no quería ser... esto.

- ¿Por qué dices eso? No hay nada malo en ti Valentina, sigues siendo tú. No hay ninguna razónpara sentir vergüenza, culpa o algo parecido.

- ¿En verdad lo crees así Juls? ¿Tú no cambiarás conmigo por esto que acabo dedecirte?

Juliana me levantó el mentón en un intento por verme a los ojos. En principio, no me atreví a levantar la mirada, pero ella insistió:

Clásico VI JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora