18. Estar bien

162 28 7
                                    

El sonido de las puertas del auto cerrándose afuera anunciaba la llegada de Rina y los chicos, quienes habían salido temprano a hacer las compras para abastecer la casa vacacional. Las voces llenas de energía y el murmullo de las bolsas de supermercado llenaron el ambiente cuando entraron a la casa.

El contraste con el silencio que dominaba el interior de la casa fue notorio de inmediato, algo que no pasó desapercibido para ninguno de ellos, Rina fue la primera en notar que algo no andaba bien. Al llegar al área de cocina, vio a Hyesun, quien estaba ocupada pintando en su cuaderno de mándalas, por lo que sin poder contener su curiosidad, se dedicó a dejar las bolsas sobre la isla de la cocina con su mirada fija en la menor.

—¿Dónde están todos? —preguntó Rina, extrañada por el ambiente inusualmente tranquilo.

Hyesun levantó la vista por un segundo, su expresión neutral, y luego continuó organizando las cosas sin mucha prisa.

—Hailing está con K, cambiándose de cuarto —respondió la joven de forma casual, aunque su tono no dejaba de sonar ligeramente tenso.

Rina frunció el ceño, completamente confundida, eso no tenía sentido; estaba a punto de preguntar por qué cuando Fuma se acercó para dejar las bolsas sobre la isla con una clara expresión confusa, pues nadie le había dicho nada sobre aquello.

—¿Cambiándose de cuarto? ¿Qué está pasando? —preguntó él, su voz calmada pero claramente interesada.

Hyesun dejó de lado lo que estaba haciendo y se giró para mirarlos a ambos. Se cruzó de brazos antes de responder, su tono ahora más nervioso, algo inquieto, puesto que ella tampoco sabía tanto de la situación, simplemente le habían comentado algo hasta el momento.

—Nicholas y Hailing... bueno, lo dejaron. Ya no están juntos —dijo sin rodeos, pero sin entrar en detalles.

Rina abrió los ojos con sorpresa, una mezcla de incredulidad y emoción que intentó disimular rápidamente, sabía que no podía parecer demasiado interesada, pero por dentro, su mente ya empezaba a trabajar, haciéndose mil preguntas. La supuesta relación de tres años entre Nicholas y Hailing había sido una espina en su costado desde que se enteró de ella. Y ahora, de repente, todo había terminado.

—¿Cómo? —preguntó Rina, su voz intentando sonar casual, aunque era evidente que estaba luchando por mantener su emoción bajo control.

—No sé los detalles, y tampoco creo que sea de nuestra incumbencia —respondió la extranjera con una ligera sonrisa de complicidad, como queriendo ponerle fin al tema.

Antes de que pudieran continuar, el sonido de pasos pesados en las escaleras que conectaban la sala con el piso subterráneo de las habitaciones interrumpió la conversación, todos dirigieron sus miradas, y allí estaba Nicholas, subiendo lentamente las escaleras con una expresión sombría, las manos en los bolsillos y el cabello despeinado, reflejo de una noche sin descanso.

El silencio en la sala era palpable cuando Nicholas levantó la vista y se encontró con las miradas de todos. Su mirada pasó de Fuma a Maki y finalmente se detuvo en Rina, que lo observaba con una mezcla de sorpresa y algo que intentaba esconder un destello de emoción que apenas podía disimular.

Nicholas mantuvo su expresión impasible, sin decir una palabra. Sabía lo que estaba pensando Rina; podía verlo en sus ojos. Pero no había espacio para explicaciones, ni deseos de dar ninguna, al final, solo asintió con la cabeza con un vago saludo a sus amigos y continuó su camino sin detenerse.

El peso de sus decisiones lo acompañaba, y aunque todos parecían querer saber más, ninguno se atrevió a preguntar.

Maki no pudo evitar quedarse paralizado cuando escuchó la noticia de que Nicholas y Hailing habían terminado; aunque sabía que su relación era una farsa, jamás había pensado que llegarían a ponerle fin tan de repente, la idea de que ambos terminaran le resultaba descabellada, le hacía sentir algo parecido a la nostalgia y el desconcierto.

Just Friends •Nicholas Wang• #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora