DOS

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JUNGKOOK

Death by Coffee. Qué nombre más apropiado. Tal vez Jungkook encontraría una bala esperándole en el pequeño edificio de ladrillo. No es que realmente esperara que los hombres de su hermano le estuvieran esperando para tenderle una emboscada en un lugar como este. Aun así, no podía descartarlo del todo. Esperar lo inesperado podría ser la única manera de mantenerse con vida.

No te ha encontrado, se repitió a sí mismo, tamborileando con los dedos en el volante, molesto con sus propios pensamientos. Deja de ser tan paranoico.

Jungkook detuvo el coche que había comprado a la salida del aeropuerto internacional de Denver a media manzana de la cafetería que había visto. Llevaba semanas en Hyde Park y no había explorado más que los doscientos metros cuadrados de su apartamento. En teoría, eso se debía a que estaba escondido -por improbable que fuera que ya lo hubiera rastreado hasta la pequeña ciudad montañosa- pero en realidad no le importaba ¿Qué sentido tenía levantarse de la cama estos días? No había nada ni nadie esperándole. Podía dormir las veinticuatro horas de cada día y nadie se molestaría.

La verdad es que sonaba bastante bien.

Pero aquella mañana se había despertado a las cuatro y esta vez no había podido volver a dormirse, así que después de dos horas mirando la misma mancha de agua parecida a una ameba en la pared de su habitación, había decidido salir de su apartamento e ir a alguna parte. A cualquier sitio. Y no había mucho más abierto, así que ¿Por qué no empezar con un café?

Jungkook abrió la puerta del auto y comenzó el doloroso proceso de desplegarse desde el asiento delantero. El pequeño compacto, que claramente no había sido diseñado pensando en alguien de su estatura, estaba a años luz de los coches de ciudad a los que había estado acostumbrado toda su vida, cuya comodidad se permitió añorar brevemente antes de quitarse de la cabeza ese sentimiento malcriado.

Debatió si agarrar su abrigo, pero a pesar de la nieve en el suelo, el frio no era nada comparado con el que había dejado atrás en Nueva York. Su cachemira gris le serviría.

El deseo de Jungkook de tomar un café a las seis de la mañana no parecía ser muy popular aquella mañana. Los grandes ventanales de la pequeña cafetería mostraban que estaba casi vacía, con sus pequeñas mesas de madera y su ambiente acogedor compartido solo por una pareja mayor que leía sus respectivos periódicos en la esquina.

Jungkook entró con una mueca de fastidio al oír el tintineo del timbre que anunciaba su llegada.

—¡Hola!

Jungkook dio unos golpecitos con las botas en el felpudo de la puerta, mirando hacia el origen del saludo. Había un hombrecillo en el mostrador, vestido con una sudadera realmente espantosa, que saludaba a Jungkook con sorprendente entusiasmo. Jungkook estaba tan sorprendido por el extraño entusiasmo del saludo -por no mencionar el horroroso atuendo-, que llegó hasta el mostrador antes de que su cerebro procesara el hecho de que el tipo bajo la ropa solo podía describirse como... adorable.

De forma distraída.

El camarero no medía más de metro setenta y cinco, tenía rasgos delicados y el cabello oscuro alborotado. La sudadera azul eléctrico con gatitos le quedaba tan grande que tuvo que darle la vuelta una docena de veces para que le llegara por encima de los codos.

Jungkook tuvo la momentánea y completamente extraña idea de que quería robarle. Meterse al desconocido al bolsillo y llevárselo a su apartamento, esconderlo allí para el futuro inmediato. Simplemente... quedárselo.

Porque al parecer la reciente vida ermitaña de Jungkook le había derretido el puto cerebro.

—Yo soy Seokjin —canturreó el tipo, ajeno a los nuevos e inquietantes impulsos de Jungkook, que seguía saludando con entusiasmo a pesar de que ahora Jungkook estaba justo frente a él—. Pero puedes llamarme Jin. Bienvenido. Has elegido muy bien —sus ojos de un relajante gris pizarra, brillaban con luz propia—. Nuestro café es delicioso. El mejor de la ciudad. Aunque, en realidad, no sabría decirlo. Es el único café que he tomado.

MI PEQUEÑO VAMPIRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora