CAP 2

134 11 0
                                    


Al día siguiente, todo en la oficina transcurrió con normalidad. El bullicio habitual de Industrias O'Connell llenaba el aire, y los empleados se movían de un lado a otro, cada uno sumido en sus propias tareas. Me sentía cada vez más cómoda en mi nuevo entorno, disfrutando de la rutina y aprendiendo a manejar mis responsabilidades.

Estaba en mi oficina, concentrada en unos informes que necesitaba preparar para la Señorita Eilish. Cada tanto, levantaba la vista, admirando la vista de Los Ángeles desde la ventana. La ciudad parecía vibrar con energía, y sentía que cada día era una nueva oportunidad para aprender y crecer.

De repente, escuché un tono elevado proveniente de la oficina de Billie. Me acerqué un poco, curiosa, y vi a una mujer de cabello rubio brillante, que caía en suaves ondas sobre sus hombros. Su atuendo era elegante, con un vestido negro ceñido que resaltaba su figura. Parecía enojada, y la expresión en su rostro era de frustración.

-No puedo creer que estés haciendo esto, Billie. No puedo seguir así -decía la mujer, con la voz entrecortada por la emoción.

Billie, de pie detrás de su escritorio, la miraba con seriedad. Su rostro mostraba una mezcla de determinación y empatía. -Entiendo que esto es difícil, pero tenemos que ser realistas. Es lo mejor para ambas.

La conversación se tornó intensa, y me sentí un poco incómoda escuchando lo que parecía ser una discusión personal. Billie, a pesar de su tono firme, parecía genuinamente preocupada. La mujer de cabello rubio agitaba las manos, gesticulando con frustración.

-¿Realmente crees que esto es lo correcto? -preguntó, su voz elevada resonando en la oficina.

-Es lo que tenemos que hacer. No podemos seguir así. Necesitamos encontrar una solución que funcione para todos -respondió Billie, su tono firme pero compasivo.

Sentí una punzada de curiosidad. La situación se sentía privada, como si estuviera espiando un momento íntimo de Billie. No sabía si debía entrar o permanecer fuera. Pero, al mismo tiempo, me intrigaba el lado personal de mi jefa, algo que no había visto hasta ahora.

La conversación continuó, pero no pude evitar sentirme un poco mal por la mujer. Tenía que ser difícil enfrentar una situación así, especialmente si Billie estaba en medio de ello.

Finalmente, la mujer dio un paso atrás, sus ojos llenos de lágrimas. -No puedo más. Solo quiero que entiendas lo que está en juego aquí.

Billie asintió, con una expresión de entendimiento, pero su mirada era decidida. -Lo sé, y haré todo lo posible para que esto se resuelva de la mejor manera. Solo necesitamos tiempo.

La mujer dio la vuelta, saliendo de la oficina con el rostro tenso. Me quedé un momento más, sin saber si debía acercarme a Billie o dejar que tuviera su espacio. La intensidad del momento dejó un aire pesado en la oficina.

Cuando Billie finalmente me vio, su expresión cambió a una sonrisa más suave, aunque sus ojos aún mostraban una chispa de preocupación.

-¿Todo bien, _____? -preguntó, su voz recuperando el tono habitual.

-Sí, solo... escuché un poco. ¿Está todo bien? -pregunté, sintiéndome un poco intrusa pero genuinamente preocupada.

-Es solo un asunto complicado. -Billie se pasó una mano por el cabello, como si intentara despejarse. -No es la primera vez que lidio con esto, pero siempre es difícil.

-Entiendo. Si necesitas algo, estoy aquí para ayudarte en lo que necesites -ofrecí, sintiéndome más cercana a ella.

Billie asintió, agradecida. -Gracias, eso significa mucho. Ahora, volviendo al trabajo, tengo algunos informes que necesitamos revisar.

MI JEFA (BILLIE Y TU) GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora