CAP 15

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Mientras estoy reprimida, solo jugando con mi vaso de ron, se escucha cómo alguien toca la puerta. Me arreglo un poco para que no se note que estaba lloriquiando.

—Pasa —digo, tratando de sonar normal.

La puerta se abre y es Zoe. Desde que la vi, sonreí; ella siempre me sacaba una sonrisa en mis momentos difíciles.

—¡Holaaa, enamorada! —me dice, corriendo a mis brazos.

Me levanto de la silla y le respondo el abrazo, sintiendo su calidez, aunque sabía que pronto se daría cuenta de que algo andaba mal.

—¿Estabas llorando? —me dice entrecerrando los ojos, tratando de descifrar mi rostro con esa mirada perspicaz que siempre tenía.

No le respondo y solo bajo la cabeza, sintiendo que mi corazón se encogía.

—Ayyy, ven, bebé —me dice, acercándose para abrazarme de nuevo.

Apreto los ojos, luchando para no dejar que las lágrimas broten de nuevo. Zoe siempre sabía cómo llegar a mí, como si pudiera ver a través de mi fachada. La sensación de su abrazo me envolvía en una mezcla de consuelo y tristeza.

—¿Qué pasa, Billie? —pregunta con suavidad, separándose un poco para mirarme a los ojos.

Su mirada era cálida, pero no podía ocultarle la tormenta que había en mi interior. ¿Cómo le explicaba que, a pesar de todo, mi corazón seguía dividido?

—Es complicado, Zoe. Solo… no sé qué hacer —susurro, sintiendo que la vulnerabilidad comenzaba a asomar de nuevo.

—Habla conmigo —me dice, tomando mis manos en las suyas—. Estoy aquí para ti.

Su apoyo me hace sentir un poco más ligera, pero las dudas y los sentimientos confusos por ___ seguían pesando en mi pecho.

Le conté todo a Zoe, cómo me sentía al respecto, cada detalle que me había atormentado desde que me di cuenta de que mis sentimientos por ___ eran más complicados de lo que quería admitir. Zoe escuchaba atentamente, asintiendo de vez en cuando, como si tratara de comprender cada palabra que salía de mi boca.

—Tienes razón, Billie —dijo finalmente—. Lo que sientes es válido. Pero, por otro lado, tienes que considerar cómo se siente ___.

Suspiré, sintiendo el peso de la verdad en sus palabras.

—Mientras ___ trabaja, yo meto chicas a mi oficina, y ella tiene que ver toda esa mierda. —Me pasé las manos por el cabello, frustrada—. No puedo ni imaginar lo que eso debe hacerle sentir.

Zoe se acercó un poco más, mirándome a los ojos con seriedad.

—Y eso es exactamente por lo que ella cree que estás jugando con ella. ¿Sabes? Las acciones cuentan, Billie.

Me quedé en silencio, dándome cuenta de que había estado tan atrapada en mis propios sentimientos que había olvidado cómo podían afectar a ___.

—Lo sé, pero no puedo evitarlo. Es como si ella me envolviera y al mismo tiempo, yo me estuviera destruyendo —le confesé, sintiendo que el nudo en mi pecho se apretaba aún más.

—Quizás debas hablar con ella, aclarar las cosas. No puedes dejar que esto siga así, o solo vas a empeorar las cosas.

Asentí, sintiendo que Zoe tenía razón. Necesitaba enfrentar mis miedos y ser honesta, no solo conmigo misma, sino también con ___.

—Gracias, Zoe —le dije, sintiendo un poco de alivio. Su apoyo era un faro en medio de mi tormenta emocional.

—Siempre, Billie. Solo recuerda que no estás sola en esto.

MI JEFA (BILLIE Y TU) GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora