CAP 4

111 13 0
                                    

Era un nuevo día de trabajo, y ya era tarde. Me encontraba en mi oficina, tratando de concentrarme en unos papeles mientras sorbía mi café. La tarde pasaba lentamente, pero mis pensamientos estaban en otro lugar, en la jefa que había compartido tanto con nosotros y que, de alguna manera, había comenzado a ocupar más espacio en mi cabeza de lo que quería admitir.

Tenía que llevarle unos documentos a Billie, así que me levanté y me dirigí hacia su oficina. Mientras caminaba por el pasillo, sentía esa mezcla de nerviosismo y emoción, pero cuando llegué a su puerta, algo me detuvo. Escuché gemidos provenientes del interior, y de inmediato me quedé congelada en su lugar. Las persianas estaban cerradas y la puerta estaba asegurada, pero no había duda de que Billie estaba teniendo sexo con alguien.

La intrusión de esos sonidos me tomó por sorpresa y, para mi horror, una oleada de celos se apoderó de mí. ¿Quién era esa chica? ¿Por qué me sentía tan mal por esto? Eran solo gemidos, pero cada uno de ellos se sentía como una puñalada en mi estómago. "¿Quién se cree esa perra?" pensé, luchando contra la rabia que burbujeaba dentro de mí.

¡Era Billie! Mi Billie. Aquella que había compartido su verdad conmigo, y ahora estaba allí, en su oficina, haciendo el amor con otra. La verdad era que me jodía, y no podía evitarlo. Me apoyé en la puerta, sintiendo que el aire se volvía más denso. La inseguridad me devoraba, y todo lo que había sentido por ella comenzó a brotar de nuevo, más intenso que nunca.

Respiré hondo, tratando de calmarme. "Es solo una jefa", me recordé, "No tienes derecho a sentir celos". Pero, ¿cómo podía ser tan fácil ignorar lo que estaba sintiendo? El sonido de sus gemidos, suaves pero cargados de deseo, solo hacía que mi mente se nublara más.

Finalmente, reuní el valor necesario para tocar la puerta. Golpeé suavemente, pero el sonido se perdió entre los ruidos que provenían del interior. "¿Por qué no te vas, idiota?", me grité en mi mente. Pero antes de que pudiera dar un paso atrás, la puerta se abrió de golpe.

Frente a mí estaba Billie, con la camisa desabrochada y el cabello revuelto. Tenía esa mirada de sorpresa en su rostro, pero también había una chispa traviesa en sus ojos. Detrás de ella, podía ver a la mujer, rubia y desinhibida, acomodándose rápidamente.

-¿Qué quieres, Señorita Walker? -dijo Billie, con una sonrisa que parecía saber exactamente cómo me hacía sentir. Pero sus palabras eran un eco de mi confusión y celos.

-Uh, solo... traía estos documentos. -balbuceé, incapaz de quitar los ojos de ella.

-Pásamelos. -dijo Billie, tomando los papeles de mis manos con una sonrisa que no podía descifrar-. Estaba en medio de algo importante, pero siempre tengo tiempo para ti.

"¿Importante?" pensé, sintiéndome como una estúpida. Esa "importante" era una jodida sesión de sexo. Pero traté de mantener la compostura, aunque el veneno de los celos seguía corroyéndome por dentro.

-Claro, aquí están. -dije, sintiendo que mis manos temblaban. No podía dejar que Billie viera lo afectada que estaba.

La mujer detrás de Billie se deslizó por la puerta y, antes de desaparecer, me lanzó una mirada que decía más de lo que quería entender. Billie sonrió de nuevo, pero esta vez había algo diferente en su expresión. Era una mezcla de diversión y desafío.

-¿Te gustaría unirte a la fiesta alguna vez, Señorita Walker? -dijo, con un tono juguetón.

Mi corazón se detuvo. La idea me perturbaba y al mismo tiempo me emocionaba. "¿Cómo te atreves?", quería gritarle, pero en vez de eso, solo sonreí nerviosamente.

-Tal vez en otro momento, Billie. -respondí, sabiendo que lo que realmente quería era gritarle que era solo mía.

Salí de la oficina, mi cabeza girando y el corazón latiendo con fuerza. Lo que acababa de ver me dejó jodidamente confundida. ¿Qué estaba haciendo? Billie era mi jefa, pero al mismo tiempo, era mucho más que eso. La atracción que sentía por ella era innegable, y eso me aterraba. ¿Qué iba a hacer con estos malditos celos?

MI JEFA (BILLIE Y TU) GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora