🍪🍫KookMin🍫🍪
Historia en Procesó✓
Existe, en verdad, un magnetismo, o más bien una electricidad del amor, que se comunica por el solo contacto de las yemas de los dedos.
Historia completamente mia, se prohíben adaptaciones de cualquier tipo.🚫
Om...
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«No toques mis juguetes» Seis años
Había pasado una semana desde navidad, el cuarto del pequeño Jungkook estaba repleta de juguetes nuevos. Las cajas de regalos se encontraban todavía esparcidas por toda la habitación, los juguetes viejos los había metido en una de las cajas para ser retirados de su habitación. Ya no le gustaban, ya no les servían. Ya era de noche así que tomo el oso de peluche que había dejado en la orilla de la cama, hoy dormiría con el para pasar lejos de los monstruos. Jungkook observo a Han-Na quien sacaba varias cajas de regalos al pasillo, regresaba con una bella sonrisa y eso le gustaba a Jungkook. Esa mujer se había vuelta una dulce y reconfortante ayuda para el, le tenía paciencia, le tenía aprecio y sobre todo siempre lo escuchaba.
-¿Estás listo?- pregunto Han-Na acercándose a la cama para tomar las colchas y así poder tapar hasta el cuello a ese niño pelinegro.- Duerme tranquilo, sacaré todo esto y mañana limpiarle el resto.
Dijo ella alejándose unos pasos, le fue imposible seguir ya que Jungkook le había tomado la mano. Se giro para mirarlo.
-¿Que paso corazón?- tomó asíento en la cama y lo observo detenidamente.- ¿Sucede algo?
-Esto es para ti.- dijo Jungkook sacando un pequeño sobre de plástico de debajo de su almohada, estiró su pequeña mano para que ella lo tomara. Han-Na sonrió y abrió el paquete, era una pequeña pulsera. Se la puso y la enseño al pequeño.- Eres mi otra mami, no te vayas...
-Estare aquí siempre que me necesiten.- beso su frente y sonrió para levantarse, se alejo dejando a Jungkook bien tapado y a punto de dormirse.
Han-Na bajó con todas esas cajas, las llevo directamente a la cocina, Linda se encontraba terminando lo último pero al ver a esta mujer cargando toda esa basura le ofreció su ayuda inmediata. Caminaron por el pasillo de empleados hasta llegar al jardín trasero, al final de el se encontraban las bolsas de basura. Se acercaron y acomodaron todo eso para que fueran tirados el día siguiente.
-¿Les compraste algo a tus hijos?- Han-Na negó sintiéndose miserable, a pesar de que sus hijos no estaban acostumbrados a recibir regalos, pudo observar la desilusión en sus ojos al ver todos los regalos que recibieron los niños de esta casa.- No deberías hacer esto, Jimin aún está pequeño y debe tener algo que no lo haga tan miserable.
-¿Crees que no lo se?- dijo Han-Na llena de nostalgia.- Siento que les estoy dando la misma vida que teníamos junto a su padre... Ya pasó un año y Sung-Jin sigue deseando salir de aquí y alejarse de su padre, y Jimin sigue sin poder entablar una conversación sin que tenga algún ataque de ansiedad. Es frustrante para mí también, ser madre soltera no es fácil....
-¿Te arrepientes de tus hijos?- Han-Na negó rápidamente, esas palabras ocasionaron un dolor en su pecho.
-Sin ellos no soy nada Linda, son los pequeños que iluminan mi corazón.- Linda asintió con culpa.- Solo digo que.... Quiero darles una buena vida pero soy demasiado cobarde para afrontar mis problemas.
