🍪GALLETAS DE CHOCOLATE🍪

🍪Capítulo 8🍪

Quince años.
«El problema no es que sonrías, el problema es que lo haces bonito y yo sin poder ponerle freno a mi pobre corazón, que me enamoro mas»

Nos encontrábamos en el aeropuerto, mi hermano Tae-Yul se despedía para viajar a Estados Unidos. Su equipo de Básquetbol tenía que hacer varios torneos fuera y el había tomado la decisión de irse, claro con permiso de mis padres.
Me molestaba de sobre manera que abrazara de ese modo a Jimin, pero bueno no podía hacer nada al respecto, ellos eran mejores amigos. Ese rubio tenía los ojos llorosos y al mirarlos varias imágenes del pasado golpeaban mis pensamientos sin escrúpulos, aún recuerdo ese beso tan simple pero significativo. Recuerdo haber sido un completo idiota al entrar a la casa y dejándolo afuera, no dije alguna palabra por qué no salía de mi boca nada. Mis sentimientos estaban confundidos pero al pasar los días no podía sacar sus labios de mi cabeza, todo aquello me llevo a la conclusión de que efectivamente Jeon Jungkook estaba completamente enamorado de ese rubio.
Ser hermano de Tae-Yul fue un infierno en ese tiempo, me había regañado y no me bajo de ser un imbécil por mucho tiempo. Estaba demasiado de acuerdo con el y simplemente tome la decisión de no molestar a Jimin, sin embargo todavía me mantuve al pendiente de las cosas que le gustaban.
Porque aunque no lo quisiera admitir ese rubio le gustaba alguien, pero yo todavía no descubría quien.
Taehyung y yo habíamos investigado sobre ello, pero mi amigo solo dispuso que quizá el corazón de Jimin se había enamorado de Tae-Yul, osea que yo había perdido por ser lento e idiota.

-Cuidense mucho.- dijo mi hermano tomando su maleta.- Nos veremos muy pronto.

Y se dio la vuelta para acercarse a sus compañeros.
Cuando se fue el avión salimos del aeropuerto, me subí en uno de los autos de copiloto, al llegar al barrio de Gangnam le pedí al chófer detenerse.

-Me bajaré aquí, dile a mis padres que estaré con Dánae.- el chófer asintió, me baje y camine lejos del auto.

Varias cuadras adelante se encontraba esa casa de color azul, sonreí al ver a Taehyung bajar de un taxi, me acerque saludándolo.

-¿Tu hermano se fue?- asentí y toque el timbre de esa casa.- Mañana es el cumpleaños de la rubia.

Dijo Taehyung refiriéndose a Dánae, sonreí y asentí, ya sabía ya que está rubia lo había mencionado toda la mendiga semana.

-¿Ya tienes su regalo?- negué.- ¿Que le darás?

-Aun no lo sé.- dije entrando en un transe, esta niña era muy exigente y eso que solo era mi amiga.- ¿Maquillaje?

-Esa es una muy buena idea.- sonreí y asentí, eso le compraría. Aunque no sabía exactamente que tipo de maquillaje.- Yo le regalaré otro oso de peluche para su colección.

-Pense que los odiabas.- el castaño asintió.

La empleada abrió la reja en color negra, pasamos, nos empujamos levemente en forma de juego.