🍪🍫KookMin🍫🍪
Historia en Procesó✓
Existe, en verdad, un magnetismo, o más bien una electricidad del amor, que se comunica por el solo contacto de las yemas de los dedos.
Historia completamente mia, se prohíben adaptaciones de cualquier tipo.🚫
Om...
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Para ser felices se necesita eliminar dos cosas: el temor de un mal futuro y el recuerdo de un mal pasado" «Narra Jimin» Viernes Último día de clases.
El timbre sonó y todos gritaron, me estremecí al escuchar aquello, eso quería decir que eramos libres del ciclo escolar. Ahora dejábamos de ser estudiantes de segundo de preparatoria para ser de tercero de preparatoria, era genial. El profesor fue el primero en despedirse, creo que está generación le había sacado más de una cana verde, sonreí al imaginar que en un futuro yo haría lo mismo. Tome mi mochila y camine hacia la puerta donde Jungkook me estaba esperando, tome su mano y caminamos hacia la entrada, una mano se apodero de mi brazo libre.
-Tenemos que hacer algo en estás vacaciones.- Dánae brincaba como niña pequeña.- ¿A dónde iremos está vez?
-¿A Japón?- pregunto sorprendido Taehyung, pero debo aclarar que el premio a la mejor cara de sorpresa se otorgo a mi.- Estaría bien, una semana.
-El abogado Kim Namjoon se irá de vacaciones la próxima semana, hablare con el para poder irme los mismos días.- suspiré.- ¿Gustas ir Jimin?
Esa pregunta me sorprendió, claro que quería ir.
-Si.- dije y sonreí.
-Vamos.- Jungkook tomo mi mano y caminamos hacia el auto.- Nos vemos después.
Dijo despidiéndose del par, quienes se separaban para ir a sus respectivos autos. Mi madre ahora no iba en el auto, mi corazón se llenó de incertidumbre.
-¿Min-San donde está mi madre?- el chófer me miró por el espejo.- ¿Por qué no vino?
-Mañana es el cumpleaños de la Señora Lee, y está preparando todo.- respire profundamente mientras conducia lejos de la preparatoria.
-¿Es mañana?-pregunto Jungkook, se me salió una risa burlona.- No te rias cariño.
Dijo el pelinegro abrazándome de lado, beso mi mejilla.
-¿Tienes ya su regalo?- pregunté con curiosidad, aunque viendo su expresión me daba a entender que no.- Eres tan tonto.
-Es culpa tuya.- lo mire molesto.- me tienes así de tonto desde los diez años, así que es tu culpa.
-Oye...- le di un pequeño golpe en el brazo, el soltó una risa.- Vendré por ti al rato e iremos a comprar su regalo.
-No es necesario.- lo mire.- Ya tengo su regalo.
-¿Estás seguro?- asintio.
Cuando llegamos a su trabajo el se bajó y entro al edificio. Min-San se dirigió hacia la universidad de mi hermana La cual nos estaba esperando afuera, cuando nos vio, corrió y subió con una amplia sonrisa.
