🍪Capítulo 31🍪

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No sé por qué, pero hoy me dio por extrañarte, por echar de menos tu presencia

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No sé por qué, pero hoy me dio por extrañarte, por echar de menos tu presencia. Será tal vez porque el primer amor le deja a uno más huellas que ningún otro.
«Narra Tae-Yul»
Principios de Noviembre.


La casa estaba tan silenciosa, había llegado este fin de semana de Ulsan, los exámenes en la universidad habían terminando por este mes, o al menos para los más aplicados y en ellos estaba incluido yo. Habían sido notas limpias y mi padre había estado orgulloso, había ido por mi a la universidad para encarar a esos profesores que había mencionado que no tendría algún futuro, pero ahora mis notas estaban en la cima dejándolos con el orgullo por el suelo.

-Bienvenido a casa Tae.- dijo mi padre palmeando mi espalda.- Iré a ver a Linda para que nos prepare algo de comer.

Disfrute el olor que desprendía la casa, había estado alejado este par de meses ya que no me sentía de la mejor forma para mirar a ese par de enamorados, dolía saber que se casarían.

Mi padre volvió y me palmeó nuevamente la espalda para caminar hasta la sala.

-Es tu casa Tae, no debes sentir pena de entrar.- suspiré.- Se que tus acciones no son para sentir orgullo, pero todo el mundo tiende a equivocarse. Lo que debes aprender es dejar lo que no es para ti, solo te harás daño.

-Comprendo.- lo mire y asentí.

-¿En serio lo haces?- suspiré frustrado.- La última vez dijiste lo mismo y lastimaste a Jungkook, besaste a su prometido. Te aprovechaste de la amistad de Jimin, no tenías algún derecho de meterte entre ellos dos.

-Lo se.- agache la mirada.- ¿Pero dime padre, como puedo obligar a mi corazón a no sentir nada?

Mi padre negó palmeando levemente mi espalda.

-Se que ese corazón tuyo comprenderá aquello.- suspiré y asentí.- Solo abre tu corazón a ese Omega que está destinado para ti, quizá esté cerca y siendo un tonto por estar detrás de Jimin lo estás perdiendo.

-Es probable.- miré las escaleras.- ¿Esta Jungkook?

-Esta en su habitación arriba.- dijo Han-Na llegando a la sala.- Jimin se encuentra en su trabajo, llega en la noche. Ya está la comida, pueden pasar al comedor.

-¿Podrías esperar un momento?- miré a mi padre.- Tengo que hablar con Jungkook.

-Sube, iré un momento al despacho.- dijo levantándose para ir por el pasillo hacia su despacho.

Me acerque a las escaleras y subí, mis sentimientos iban rotos desde hace mucho tiempo, así que después de lo que diría a mi hermano, ya no existirían para absolutamente nadie. Era una decisión que había tomado desde que bese a Jimin, sus ojos demostraron un desprecio absoluto y eso me hizo entender cuál era mi lugar.
Toque varias veces la puerta hasta que escuche:

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