🍪🍫KookMin🍫🍪
Historia en Procesó✓
Existe, en verdad, un magnetismo, o más bien una electricidad del amor, que se comunica por el solo contacto de las yemas de los dedos.
Historia completamente mia, se prohíben adaptaciones de cualquier tipo.🚫
Om...
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Cómo voy a culpar al viento del desastre que hizo, si fui yo quien abrió la ventana. «Narra Jimin» Una semana después, dos días antes del cumpleaños de Jungkook.
Miraba desde la puerta de la cocina, Sung-Jin estaba a mi lado pero ella miraba hacia la sala descaradamente mientras yo solo asomaba la cabeza. Mi corazón se agitó al escuchar la puerta principal, después las voces se hicieron presentes, mi mente gritaba que fuera a ver y hablara un poco con Tae-Yul, pero mi corazon decia que obedeciera a Jungkook. Así que tome la mejor decisión para evitar cualquier problema con el pelinegro. También comprendía la posición de Jungkook, los celos lo cegaban de una forma horrible, y tenía razón ya que Tae-Yul expresaba un amor que jamás sería correspondido, al menos de mi parte ya que yo amaba a su hermano.
-¿Que haces aquí?- preguntaron haciéndome estremecer, Sung-Jin me sostuvo ya que si no, me hubiera ido de boca.- ¿Que haces aquí?
Jungkook se encontraba frente a mi, sonreí ampliamente, me encontraba nervioso.
-¿Jungkook?- lo llamaron al final de las escaleras, el pelinegro me dio una mirada algo molesta y se regreso a la sala, donde ayudo a Tae-Yul a subir las escaleras. Después de ellos aparecieron sus padres quienes subieron detrás de ese par.
-Jungkook es demasiado celoso.- miré a mi hermana y asentí.- Y posesivo.
-Solo un poquito.- dije con algo de vergüenza.
-Pero lo comprendo, su hermano está enamorado de ti.- levantó las cejas mientras me daba una mirada demasiado extraña.- ¿Estás enamorado de el?
-¿De quien?- pregunté confundido.- Si te refieres a Tae-Yul, jamás lo estaría.
-¿Seguro?- asentí muy convencido.- De acuerdo.
Nos regresamos y tomamos asiento en la mesa, tome el frasco de galletas de chocolate y tome una, la lleve directamente a mi boca para fundirme en el sabor. Mi mente no dejaba las palabras de Sung-Jin, se me notaba que tenía sentimientos por Tae-Yul, lo quería mucho, lo respetaba por igual, tenía una obsesión por saber cómo se encontraba. Siempre ha sido esa parte fundamental para mí corazón, era mi mejor amigo, pero solo podía pensar en esto, un amigo el cual me ofrecía un hombro, palabras que me reconfortaba a mi corazón, pero solo eso. No podía pensar en el como otra cosa, mi corazón se negaba. Pero si pensaba en Jungkook, mi corazon se derretía de amor por el, solo era el a quien yo podía amar, al único al cual le permitia acercarse de ese modo tan íntimo, sus besos, sus palabras, sus caricias, incluso su mirada llenaba de una forma descomunal toda mi alma. No tenía dudas en los sentimientos que tenía por Jungkook, siempre lo elegiría a el sobre todas las cosas.
-¿Jimin?- Respire profundamente y miré a mi hermana, la cual extendía su mano junto a un vaso lleno de un líquido naranja.- ¿Te encuentras bien?
-Por supuesto.- dije tomando ese vaso, lo iba a beber pero fue quitado de mis manos.- ¿Por qué me lo quitas?
