Evan estaba preocupado por su hermana había seguido todo el trayecto de la carrera y no entendía el accidente. Se le hacía más sospechoso que no hubiera rastro de la chica.
―Por favor oficial debe creerme. Algo le pasó a mi hermana. Esta desaparecida
―No se considera desaparición hasta que pasen 72 horas. – Respondió el uniformado.
―Tengo pruebas de que ella iba en la moto y de pronto se desvaneció. – Le mostró un vídeo que había grabado con su celular. ― Siempre filmo por si hace una acrobacia o algo interesante.
El agente frunció el ceño con confusión
―Lo siento chico. Deben pasar 72 horas para levantar un acta.
El joven salió de la estación de policía cabizbajo
Amber estaba molesta no podía mirar a los ojos al hombre que la había convertido en vampira. Ni siquiera sabía su nombre, pero ya lo odiaba.
―Sabes yo tenía una buena vida. Trabajaba de camarera por las mañanas y en las noches competía. Era la mejor corredora. . – Dijo antes de soltar un suspiro y echar su cabello hacia atrás
―No suena a una gran vida. – Respondió el chico sin apartar la vista de su tatuaje en el brazo. Una rosa con pétalos caídos. De pronto le surgió una idea. Sonrió levemente antes de tomar a la chica por la espalda. Estaban frente a frente
Sus intensos ojos oscuros la miraban con curiosidad. Era su primera noche como vampira y ya le robaba el aliento. Amber permaneció estática la emoción y el miedo se mezclaban en su interior.
Su toque era firme, pero no amenazante. Amber sintió un escalofrío recorrer su cuerpo mientras él se inclinaba hacia ella.
―¿Tienes miedo?- murmuró, su voz era un susurro que vibraba en el aire.
Amber, atrapada entre la atracción y la incertidumbre, no pudo evitar mirar hacia sus labios.Eran carnosos y se miraban suaves. Había estado con muchos hombres, pero ninguno tan fuerte y rudo con Lúcian.
Él la sostuvo un momento más, evaluando su reacción. La tensión era palpable; ella sabía que, como vampira, cada decisión tendría consecuencias.
―Es solo un beso. - dijo Lúcian, sonriendo de una manera que mezclaba encanto y peligro. ―Pero si no estás lista, no hay prisa.
Amber había pasado del odio al deseo en un instante. Gruñó frustrada intentando apartarse, pero los fuertes brazos de Lúcian la jalaron de vuelta..
―Nunca te quedes con las ganas de algo, princesa
Sus palabras fueron como un bálsamo para su ansiedad. Amber sintió que, aunque él era una fuerza formidable, había algo en su voz que le ofrecía un refugio. Se dio cuenta de que no estaba sola en esta nueva vida. Con un pequeño asentimiento, decidió que quizás era el momento de dejarse llevar por lo desconocido.
Con el corazón latiendo aceleradamente, se inclinó hacia él, preparándose para un encuentro que cambiaría su vida para siempre.
Lúcian acerco sus labios y le dio un breve beso. Amber lo jaló con fuerza demandando más de su boca. Soltó un pequeño gemido mientras la lengua de él se deslizaba sobre la de ella.
Toda esta situación era confusa, pero emocionante. Ahora Amber podía sentir mucha libertad. Él la soltó apartandose
―Es hora de que vayamos a tu nueva casa. – Dijo antes de cargarla y desaparecer en medio del inmenso bosque.
Amber se había convertido en la nueva compañera de este vampiro. Tenía más dudas que respuestas, pero Lúcian parecía no ser tan malo. Pudo haberla matado vaciando toda su sangre. Ahora una nueva versión de ella podría experimentar la vida de otra manera y ciertamente estaba agradecida por esta nueva oportunidad.
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Susurros de sangre y asfalto.
VampireNo robaría a la mujer de su hermano. En primera porque amaba mucho a su hermano y en segunda porque una nueva vida se estaba gestando en esa mujer. Cualquier intento de Amber de acercarse solo sería para protegerla a ella. A la portadora del pequeño...