Hasta luego.

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Amber, la vampira de piel pálida y ojos centelleantes, caminaba por las calles desiertas. Su corazón, aunque inmortal, latía con una carga de tristeza. Su hermano, Evan era un pensamiento constante en su mente. La distancia entre ellos se había vuelto un abismo.

Amber se sentó en el banco del parque frente a su antiguo hogar recordando sus risas de la infancia y cómo él siempre había estado a su lado,debía saber lo que era y el motivo de su alejamiento.

Evan ocupaba las noches para dibujar. Con bastante cuidado subía al techo de su apartamento y pintaba cualquier cosa que le viniera a la cabeza. Trazaba una mano sosteniendo un cuchillo cuando escucho el sonido de un cuerpo caer y se sorprendió al ver que Amber llegaba como un súper héroe..

―Tenemos que hablar. – Dijo la chica frente a él. Se quitó aquellas gafas de sol que eran un accesorio recurrente en su día a día y lo miró a los ojos.

―¿Qué te sucedió en los ojos?. – Preguntó Evan alarmado.

―Evan tuve que irme porque. Mori aquella noche. – Dijo tocando su mano

―Eso es imposible estas aquí. –Respondió el chico

―Una parte diferente de mi esta contigo ahora. Tuve que cambiar para quedarme. -Explicó Amber.

―Si no eres mi hermana..¿Qué eres?. - El pánico se apoderaba de su voz.

―Evan, soy una vampiro. – Sonrió mostrando sus colmillos y por instinto se alejó un poco de él.

Evan quedó estático, pensando que su fin había llegado. Había sobrevivido al accidente para terminar succionado por ella. Se apartó con esfuerzo.

―No vengo a matarte. Vengo a despedirme. En otra vida sé que envejeriamos juntos siendo una bella familia. – Expresó la chica antes de besar su mejilla. ―Se un buen hombre Evan. Haz que me sienta orgullosa.

El muchacho se quedó reflexivo en el techo mientras veia marcharse a su hermana.

―Siempre serás mi hermana, sin importar lo que seas.- respondió él con una sonrisa tenue.

Amber dió un brinco hacia el techo del vecino y desapareció entre las sombras

Esa noche, bajo el resplandor de la luna, Amber se dio cuenta de que el amor fraternal era más fuerte que cualquier sombra que pudiera acechar. Su despedida con Evan tal vez era un hasta luego.

Susurros de sangre y asfalto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora