·˚🍒El joven de la capa roja ᝰ* !!

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Jake caminaba con paso decidido, pero con precaución, siguiendo el sendero que lo llevaba a través del bosque. Su capa roja ondeaba ligeramente con cada paso que daba, y el cesto que llevaba en la mano contenía provisiones para su abuela, que vivía más allá del claro del bosque. A diferencia de las historias que su abuela le contaba, Jake no temía tanto al bosque; lo conocía desde pequeño, pero también sabía que debía tener cuidado, ya que muchas veces había escuchado rumores de una criatura que lo acechaba. Algunos decían que era un lobo, otros un hombre, y otros que era ambas cosas.

Mientras avanzaba, Jake sentía que algo lo observaba. Giró la cabeza sutilmente, sus ojos recorrieron el entorno, pero no vio nada. Era el silencio del bosque lo que lo ponía más nervioso; aunque conocía el lugar, hoy parecía diferente, más denso, más oscuro.

Tom, aún escondido entre las sombras, observaba fascinado. Nunca había visto a alguien como Jake antes. Su piel era suave, sin cicatrices, y su ropa parecía limpia y ordenada, muy distinta a las pieles y vendajes que él mismo usaba. Jake tarareaba una suave melodía, y Tom, curioso, se acercó sin hacer ruido, manteniendo una distancia segura.

Jake se detuvo de golpe. El viento cambió de dirección, trayendo consigo el olor inconfundible de un lobo... pero había algo más en ese olor, algo que no lograba identificar. Su corazón comenzó a latir más rápido, pero en lugar de salir corriendo, decidió quedarse quieto, evaluando el peligro.

—Sé que estás ahí... —susurró Jake, aunque su voz temblaba ligeramente. No había señales de la criatura, pero sentía su presencia. El bosque parecía contener la respiración.

De entre las sombras, Tom salió lentamente, sin un sonido. Jake dio un paso atrás instintivamente al ver la imponente figura que emergía del bosque. Lo primero que llamó su atención fue la piel del lobo que colgaba sobre los hombros del hombre, seguida por las cicatrices que cubrían su cuerpo. Los ojos de Tom, brillantes y salvajes, lo observaban con una mezcla de curiosidad y desconfianza.

Jake no podía moverse. Era como si todo el aire hubiera sido succionado del bosque. No sabía si el hombre frente a él era peligroso o no, pero algo en su mirada le decía que no era completamente hostil. ¿Quién era?

—¿Q-quién eres? —preguntó Jake, dando un paso hacia atrás mientras intentaba controlar el temblor en su voz.

Tom frunció el ceño. Las palabras de Jake sonaban como un murmullo incomprensible para él. No sabía cómo responder. En lugar de hablar, emitió un gruñido bajo, uno que había aprendido de los lobos, para que la criatura frente a él entendiera que no planeaba atacarlo.

Jake levantó las manos en señal de paz, intentando mostrar que no tenía intenciones de lastimarlo. Tom observó el gesto con cautela, aunque seguía sin comprender del todo el comportamiento del joven. Los lobos no se comportaban de esa manera, pero había algo en Jake que lo intrigaba profundamente.

Los dos se miraron en silencio por varios segundos, hasta que Tom, con movimientos lentos, comenzó a alejarse. Sin saber exactamente por qué, Jake sintió una repentina urgencia por seguirlo.

—¡Espera! —gritó Jake.

Tom se detuvo, pero no se giró. Su mente era un torbellino de pensamientos confusos. No entendía lo que el joven de la capa roja estaba diciendo, pero su voz... su voz sonaba diferente a cualquier cosa que hubiera escuchado antes. Era suave, como el viento que susurraba entre las hojas.

Sin más, Tom volvió a desaparecer entre los árboles, dejándole a Jake una mezcla de curiosidad y confusión.

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Fin.
Palabras: 597

🍓☆⋆。Caperucito Rojo𖦹°‧★🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora