Capítulo 35

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POV Jang Mi

Mingi gruñó ligeramente ante la interrupción y se alejó, dirigiéndose de vuelta a la habitación de la que habíamos salido. Su expresión mostraba clara irritación por la interrupción de San.

Yo le miré ligeramente agradecida por la oportuna llegada, aún sujetando la ventana parcialmente abierta para poder hablar con él.

"Tienes... ¿tienes la otra parte de la carta?, pregunté con desesperación, solo quería salir de ahí.

San me respondió con un sencillo "Si" a mi duda sobre la carta, pero notablemente no hizo ademán de mostrármela todavía. Me miraba con una sonrisa ligeramente traviesa en el rostro, probablemente disfrutando de mi desesperación por conseguirla.

Mi vista captó la presencia de Jongho y Yeosang en el suelo, atados juntos, y a Wooyoung sentado en el sofá, observándome ligeramente divertido. Me sentí ligeramente sorprendida por la inesperada imagen y volví a mirar a San, quien se había dado cuenta de hacia dónde apuntaba mi mirada.

Él sonrió ligeramente y levantó las manos en un gesto de calma, notando mi preocupación por la presencia de mis amigos atados en el suelo y en el sofá.

"Tranquila, muñeca. Sólo los hemos atado, no les hemos hecho daño" dijo con tono relajado, claramente queriendo calmar mi preocupación.

Suspiré aliviada al saber que mis amigos estaban bien. "¿Puedo... entrar?", pregunté esperando que accediera.

Él miró durante un momento hacia el interior de la habitación, probablemente evaluando la situación. Finalmente se volvió de nuevo hacia mí y con gesto me invitó a entrar con un gesto de la mano.

"Adelante, muñequita... Puedes entrar" susurró con una sonrisa.

Cuando entré por la ventana, mi corazón se sintió aliviado al ver a mis dos amigos atados en el suelo. Me apresuré hacia ellos y los abracé con fuerza, mis pensamientos corrían a toda velocidad por mi cabeza.

Vi a Jongho y a Yeosang, atados juntos, es cierto que no les habían hecho nada, pero aún así sentía una gran impotencia y frustración por verlos en esta situación. Mi mente se llenó de preguntas y preocupaciones, y no pude evitar que algunas lágrimas comenzaran a caer por mi rostro.

Miré hacia mis amigos, aún abrazándolos con fuerza y tratando de controlar mis emociones. Oí la voz de Yeosang intentando consolarme.

"Ey... estamos bien... no llores", sus ojos estaban claramente llenos de emoción, al igual que los míos, y pude ver cómo intentaba mantenerse fuerte y animado a pesar de la situación.

Asentí ligeramente, con los labios temblando ligeramente, y traté de contener las lágrimas, aunque me resultaba difícil no expresar mi preocupación y frustración.

Me aferré a ellos con fuerza. "Estaba..." dije, con la voz ahogada por las emociones. "Tan... preocupada por vosotros y... y no sé qué haría si os pasara algo"

Las emociones aún estaban presentes, pero hice el esfuerzo por controlarlas y limpié mis lágrimas con las mangas de mi camiseta. Me dirigí entonces hacia San, quien me miraba con una sonrisa relajada y ligeramente divertida.

"La carta..." repetí con un tono un poco más firme, recordándole lo que quería.

San mantuvo su sonrisa y levantó ligeramente una ceja, claramente disfrutando del momento. "Oh, ¿así que todavía la quieres?" dijo con tono juguetón, como si estuviera tomándome el pelo.

Sus palabras y su tono hacían parecer como si él estuviera jugando con mis emociones, pero sabía que realmente necesitaba esa carta.

"Sí, la quiero," dije con determinación, manteniéndole la mirada y haciendo un esfuerzo por mantener la calma.

HUYE - ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora