Capítulo 3

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Louis cerró la puerta, apoyándose contra ella con una mezcla de alivio y confusión. "¿Qué me pasa?" se preguntaba una y otra vez. Era un sentimiento que había tratado de enterrar desde hacía semanas, una mezcla de desconfianza y desconcierto hacia Richard. No podía explicar por qué, pero algo en él simplemente no encajaba, como una pieza errada en un rompecabezas que de lejos parecía correcto, pero al mirar de cerca no encajaba con el resto.

Pero, ¿acaso no estaba siendo injusto? Richard no había hecho nada explícitamente malo, era amable, atento e incluso paciente con Jamie. Desde fuera, cualquiera diría que era el tipo de pareja que cualquier alfa querría tener. Sin embargo, Louis no podía sacarse esa sensación de encima, esa sombra que se extendía lentamente en su mente.

Sacudió la cabeza, intentando alejar esos pensamientos. "Necesito concentrarme en mi trabajo." Pero incluso cuando se sentó frente a la computadora, sus dedos permanecían inactivos sobre el teclado, su mente vagando inevitablemente hacia lo que acababa de suceder.

...

Mientras tanto, en el coche de Harry, Richard miraba por la ventana en silencio. Había aprendido a controlar sus emociones, a no mostrar sus cartas demasiado pronto. Sabía que Louis lo miraba con cierta sospecha, pero eso era parte del juego. No podía ser demasiado obvio, no podía dejar que sus verdaderas intenciones fueran descubiertas, al menos no todavía. Lo que Richard quería, lo que anhelaba más que cualquier cosa, no podía conseguirse con un simple acto. Requería paciencia, manipulación sutil. Y él era un experto en eso.

—Louis parece estar bien —comentó Richard, rompiendo el silencio mientras Harry conducía.

—Sí, parece que está más relajado últimamente —respondió Harry, sin notar el leve tono calculado en la voz de su pareja.

Richard lo miró de reojo. A veces se sorprendía de lo fácil que era para Harry caer en su trampa, cómo seguía siendo ajeno a la dinámica entre él y Louis. De alguna manera, era casi decepcionante lo poco que Harry prestaba atención a los pequeños detalles. A lo que Richard hacía. Pero al mismo tiempo, eso lo favorecía. Mientras más ignorante fuera Harry, más espacio tendría Richard para moverse con cuidado, asegurándose de que, poco a poco, Louis comenzara a dudar de sí mismo.

—Deberíamos hacer algo los tres juntos, ¿no crees? —sugirió Richard—. Digo, por Jamie. A veces me pregunto si es lo suficientemente saludable que solo seamos tú y yo los que lo llevemos al parque. Quizás Louis también debería estar más presente en esos momentos.

Harry frunció el ceño levemente. —Ya hemos hablado de eso. Louis está ocupado con su carrera, y yo estoy intentando darle su espacio. No quiero hacer las cosas incómodas para él.

—Entiendo —respondió Richard, suavizando su tono—. Solo lo digo porque Jamie parece estar muy apegado a ambos. Sería bueno para él verlos juntos, como un equipo.

Harry sonrió, aparentemente aliviado por la sugerencia. —Sí, supongo que tienes razón. Quizás podemos organizar algo.

Richard asintió, satisfecho de que su pequeña semilla estuviera empezando a germinar. Sabía que Louis, a pesar de lo cortés que intentaba ser, no se sentiría cómodo compartiendo esos momentos con él. Y ahí era donde Richard lo quería, atrapado en un dilema emocional del que no podría escapar fácilmente.

Louis, por su parte, decidió distraerse en su pequeño estudio, donde el aroma a papel y tinta lo reconfortaba. Revisó las notas de su próxima novela, pero por más que intentaba enfocarse, las palabras de Harry resonaban en su cabeza.

"Como antes. Solo los tres."

El tono casual con el que Harry lo había dicho lo hacía sonar como una propuesta inocente, pero para Louis, esas palabras traían consigo una oleada de recuerdos que lo golpearon con fuerza. Los días en que solían ser una familia, los momentos en que Jamie apenas aprendía a caminar y Harry sostenía su pequeña mano con ternura. Louis suspiró, cerrando los ojos por un momento, recordando esos días.

Quería hacer lo correcto por Jamie. Sabía que su hijo se beneficiaría al ver a sus padres llevándose bien. Pero al mismo tiempo, ¿podía soportar ver a Harry con Richard, ver a alguien más ocupando el lugar que una vez fue suyo?

Un nuevo mensaje iluminó su teléfono. Era Harry de nuevo.

Harry: Richard sugirió que deberíamos hacer algo juntos la próxima semana. Los cuatro. ¿Qué te parece?

Louis frunció el ceño. ¿Richard? Su instinto inmediato fue decir que no, que lo prefería solo con Harry y Jamie, pero se detuvo. No podía hacer que todo fuera sobre él, no cuando Jamie estaba en medio. Aunque la idea de pasar tiempo con Richard lo inquietaba, no podía seguir evitando estas situaciones.

Louis: De acuerdo. Solo dime cuándo.


...

La semana pasó rápidamente, y antes de que Louis lo supiera, se encontró de pie frente a la casa de Harry, esperando para recoger a Jamie. Respiró hondo y tocó el timbre. La puerta se abrió, y allí estaba Harry, sosteniendo a Jamie que lo miraba con una sonrisa radiante.

—¡Mamá! —exclamó el pequeño, estirando los brazos hacia Louis.

Louis lo tomó en brazos, sintiendo su corazón suavizarse al instante. "Al menos esto no cambia," pensó, mientras Harry los observaba con una sonrisa que reflejaba ese mismo cariño.

—Richard ya está preparando todo para el día en el parque —dijo Harry, interrumpiendo el momento—. Será divertido, lo prometo.

Louis asintió, tratando de convencerse de que todo estaría bien. Pero cuando entró en la casa y vio a Richard en la cocina, con una camiseta casual y esa sonrisa amigable, no pudo evitar sentir una inquietud creciente.

Richard levantó la vista y lo saludó con esa calma que Louis ya había llegado a temer. "Relájate, Tomlinson," se dijo a sí mismo y a su lobito. Era solo un día en el parque. Un día por el bien de Jamie.

Pero mientras Richard cruzaba la sala para unirse a ellos, Louis supo que ese día sería todo menos ordinario.

>Fanytz

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