Capítulo 11

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Harry estaba atrapado en el tráfico. Miraba por la ventana de su auto, intentando mantener la calma después de una larga jornada laboral, cuando algo llamó su atención. A lo lejos, en una esquina transitada de la ciudad, vio a Louis.

Sus ojos se iluminaron al verlo, pero su alivio duró poco. Louis no estaba solo. A su lado, sonriendo con complicidad, estaba Zayn Malik.
El corazón de Harry se aceleró, y la rabia comenzó a hervir dentro de él. Zayn, el omega con el que Louis había tenido una relación antes de que él llegara a su vida.

Harry intentó respirar profundamente para calmarse, pero fue inútil. Sus manos apretaban el volante hasta que sus nudillos se pusieron blancos, sus venas marcándose en su cuello, y su olor como alfa comenzó a cambiar, emitiendo un aroma fuerte, denso y furioso.

Y entonces lo vio. Zayn le rodeaba la cintura a Louis con sus brazos de una forma descaradamente íntima. Para empeorar las cosas, le plantó un beso en la boca, como si le perteneciera. Harry sintió que su alfa explotaba por dentro, un fuego incandescente que casi lo consume. ¿Cómo se atrevía ese omega a tocar lo que fue suyo?

No pudo seguir mirando. Apretó los dientes y cerró los ojos por un momento, intentando calmar la tormenta dentro de él. Sabía que si actuaba en ese momento, todo podría acabar mal. Respiró profundamente una y otra vez, prometiéndose que lo enfrentaría cuando estuviera más calmado. Pero su mente ya estaba decidida: ese omega no volvería a acercarse a Louis.

...

Días después, cuando fue a recoger a Jamie, algo seguía carcomiendo a Harry. La escena con Zayn y Louis le había estado rondando por la cabeza desde entonces. No podía soportarlo más. Después de dejar a Jamie en casa con Richard, Harry se dirigió de nuevo a la casa de Louis. Sabía que necesitaba enfrentarlo de una vez por todas.

Tocó la puerta, y cuando Louis le abrió, no pudo evitar que su rostro se tensara.

—¿Qué pasa, Harry? —preguntó Louis, confundido al verlo tan agitado.
Harry entró sin pedir permiso, cerrando la puerta de golpe tras de sí. La calma que había intentado cultivar se evaporó en un instante.

—No puedo creer lo que vi el otro día —comenzó Harry, su voz cargada de rabia contenida

—. ¿Qué demonios crees que estás haciendo con Zayn?

Louis parpadeó, sorprendido por el ataque directo. —¿De qué hablas?

—Lo sabes perfectamente —siseó Harry—. Vi cómo se te insinuaba, cómo te tocaba como si fuera algo más que un amigo. ¡Te rodeaba la cintura, Louis! ¡Te besó!

Louis sintió la rabia subir por su pecho. ¿Qué derecho tenía Harry de reclamarle algo?

—¿Y qué con eso? —replicó con el mismo tono enfurecido—. ¿No puedo ser feliz? ¿No puedo volver a iniciar mi vida con alguien más?

—No con otro omega, Louis, eso es asqueroso
—escupió Harry, su furia dominando su juicio.
—Creía que ya no eras así, creía que habías madurado, que entendías que eso no tiene sentido. Los omegas no deberían estar juntos de esa manera.

Louis se quedó atónito. —¿Qué te pasa? ¡Eso no es de tu incumbencia! Lo que hago o con quién salgo es mi decisión, Harry. ¡Ya no estamos juntos!

—Siempre y cuando sea con un alfa, puedes hacer lo que quieras— continuó Harry, incapaz de contener su desprecio
—Pero otro omega... eso no tiene sentido. ¡Pensé que habías superado esa fase de tu vida!

Louis lo miró con una mezcla de indignación y decepción. —¿Fase? -susurró, incrédulo-. No puedo creer que estés diciendo esto. ¿Eso es lo que piensas realmente? Pensé que habíamos avanzado, pero aparentemente no.

La rabia de Harry no menguaba. No podía soportar la idea de Louis con Zayn, o con cualquier otro omega. La idea lo enfermaba.

—Puedo involucrarme con quien quiera — insistió Louis, alzando la voz. —Y si en los últimos días he decidido volver a conectar con Zayn y darle una oportunidad, eso es asunto mío, no tuyo.
Fue entonces cuando Harry soltó la amenaza que había estado guardando en lo más profundo de su mente. La única carta que sabía que realmente podría dañar a Louis.

—Si sigues con esto —dijo, su tono gélido—, no dudes que pelearé por la custodia de Jamie. No voy a permitir que mi hijo crezca en un ambiente tan... desviado.

La cara de Louis palideció al escuchar esas palabras, y algo se quebró entre ellos en ese momento. Todo el esfuerzo por mantener una relación cordial por el bien de Jamie se desmoronó en segundos.

—Eres despreciable —le gritó Louis, con lágrimas de frustración ardiendo en sus ojos—.
Nunca pensé que fueras capaz de decir algo
tan bajo.

Harry no respondió, solo lo miró con una frialdad que no se molestó en ocultar antes de salir de la casa y cerrar la puerta tras de sí con un portazo. La batalla por Jamie había comenzado, y ambos lo sabían.

...

Mientras tanto, en la casa de Harry, Richard observaba a Jamie jugar, pero su mente estaba en otra parte. Se había enterado de la conexión entre Louis y Zayn, y la noticia lo estaba destruyendo por dentro. Sabía que Louis estaba volviendo a involucrarse con un omega, pero no era con él. Era con Zayn.

Esa noche, encerrado en el baño, Richard lloró de rabia. Golpeó la pared varias veces, incapaz de contener su frustración. Todo lo que había planeado, todo lo que había trabajado para ganar la confianza de Louis, se estaba desmoronando. Y todo era por culpa de Zayn.

—Él no lo merece, —se repetía una y otra vez.
—Louis es mío. Siempre lo ha sido. Desde el primer momento en que lo vi.

Richard recordaba cada detalle de Louis con una obsesión casi enfermiza. Louis era perfecto. Su cabello castaño suave, su piel tersa que parecía brillar a la luz del sol, sus ojos azules que te atrapaban con una sola mirada.

Eran la definición de belleza. Richard lo había amado desde la preparatoria, había soñado con estar a su lado, con tocar su piel, sentir su aroma dulce y cálido.
Y su cuerpo... el cuerpo de Louis era todo lo que Richard había deseado. Cada curva, cada línea, todo en él lo hacía desearlo más. Era el omega perfecto. Y lo peor de todo, ahora que había visto a Zayn intentar arrebatarle lo que le pertenecía, sabía que tendría que actuar.

Richard no podía permitir que Zayn se interpusiera en su camino.
Para el próximo fin de semana, tomaría medidas extremas. No importaba lo que tuviera que hacer, Louis sería suyo.

>Fanytz

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