🌸 Miedo🌸

81 14 2
                                    

Kakashi caminaba por la sala de su casa, su mirada cargada de una frialdad que rara vez mostraba. Sakura lo observaba desde el otro lado de la habitación, sus ojos enrojecidos, las lágrimas contenidas en su pecho.

—No entiendo cómo llegamos a esto, Kakashi —dijo Sakura, con la voz quebrada. Sus manos temblaban, y apretaba los puños, intentando aferrarse a lo poco que quedaba de su paciencia.

Kakashi la miró, su semblante endurecido, incapaz de reconocer en ella a la mujer con la que había compartido tantas noches de amor, tantas batallas y recuerdos. Todo eso parecía haberse esfumado.

—Tú... tú lo sabes, Sakura. Esto no está funcionando. Llevamos demasiado tiempo... evitándonos, discutiendo, y ya no puedo más —respondió, su voz baja pero cargada de un dolor que no sabía expresar.

Sakura dio un paso hacia él, pero se detuvo. El aire entre ambos era pesado, sofocante. Se miraban como dos extraños.

—¿Crees que no me duele también? —respondió ella, su voz ahora más aguda, dejando escapar la frustración que había reprimido durante semanas, quizás meses—. He intentado todo, Kakashi. ¡Todo! Pero parece que ya no te importa... parece que te he perdido.

Kakashi cerró los ojos por un momento, sintiendo la presión en su pecho, pero cuando los abrió, las palabras salieron sin control:

—Tal vez... tal vez ya nos perdimos hace tiempo.

El impacto de esas palabras fue como una bofetada. Sakura retrocedió un paso, su mirada herida, incrédula.

—Si eso es lo que piensas... si de verdad crees eso, entonces... —su voz se quebró, y aunque trató de contenerse, la desesperación la invadió—. Terminemos con esto.

Kakashi sintió que su mundo se rompía, pero en su orgullo y frustración, no pudo detenerse.

—Sí... —dijo él, con una frialdad que no sentía realmente—. Terminémoslo.

Las palabras flotaron en el aire, cargadas de una tristeza infinita. Sakura se quedó en silencio por un momento, asimilando lo que ambos acababan de decir. Luego, como en un trance, se dio la vuelta y empezó a recoger sus cosas.

Cada objeto que tomaba, desde su bata de trabajo hasta los pequeños recuerdos que habían compartido juntos, era una puñalada en el corazón de Kakashi. La casa que habían construido juntos, donde habían reído, discutido y hecho planes, ahora se sentía vacía, sin vida. Cada paso de Sakura hacia la salida era una despedida lenta, dolorosa.

Kakashi observaba sin decir una palabra, sus manos temblando ligeramente. Quería detenerla, quería pedirle que se quedara, pero algo dentro de él lo mantenía paralizado, como si el orgullo o el miedo a fracasar de nuevo lo atara a ese lugar.

Cuando Sakura terminó, se detuvo en la puerta. Su mirada, ahora sin lágrimas, lo atravesó.

—Adiós, Kakashi —susurró, y en ese instante, todo pareció detenerse.

Antes de que pudiera responder, el sonido de una explosión le hizo perder el equilibrio. El mundo alrededor cambió de golpe. Los colores del atardecer que se filtraban por las ventanas se desvanecieron, reemplazados por el brillo cegador de las llamas. Estaban en medio de una guerra.

Sakura ya no estaba en la puerta. Ahora llevaba su uniforme de combate, su rostro endurecido por la batalla. Kakashi la buscó con la mirada en medio del caos. Soldados, ninjas, humo y fuego lo rodeaban, pero solo había una persona en su mente. Sakura.

La vio a lo lejos, luchando con una determinación feroz, pero algo en sus ojos reflejaba el mismo dolor de antes. A pesar de todo, aún estaban juntos, aún se movían como el equipo que siempre habían sido.

KakaSaku One-shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora