TP2 - Capítulo 5: Digno

260 46 14
                                    

En una habitación oscura, iluminada solo por las lámparas a los lados y cubierta con etiquetas de brujería,  un chico de cabello rosado comenzaba a recobrar la conciencia. Estaba sentado en una silla, y al abrir los ojos, su visión aún borrosa no le permitía identificar el lugar. Su mente tardaba en captar lo que sucedía a su alrededor, pero fue una voz familiar lo que lo trajo de vuelta a la realidad.

Buenos días. —dijo una voz suave y calmada.

El pelirosa miró a su alrededor, tratando de enfocar su vista. Satoru Gojo estaba sentado frente a él, con las piernas cruzadas y una expresión relajada, como si la situación no fuera más que un encuentro casual.

Me pregunto cuál de los dos serás ahora. —comentó Gojo, con una ligera sonrisa, refiriéndose claramente a la dualidad que residía dentro de Yuji: él mismo y Sukuna.

Yuji, aún algo desorientado, trató de recordar lo que había sucedido antes de quedar inconsciente. Había enfrentado peligros mortales y, más recientemente, luchado contra una maldición que lo empujó al borde de la muerte.

Creo... que tú eras... —murmuró Yuji, intentando recordar la identidad del hombre frente a él.

Satoru Gojo, —respondió el hechicero, su tono educado pero con un deje de diversión—. Me encargo de los de primer año en la Preparatoria de Hechicería.

La palabra "hechicería" despertó algo en la mente de Yuji. De inmediato, su atención se centró en lo que más le importaba.

¿Fushiguro? ¡¿Fushiguro está muerto?! —exclamó Yuji, su mente llena de preocupación por su amigo, Megumi.

Intentó moverse, pero algo lo detenía. Al mirar hacia atrás, vio que sus manos estaban atadas a la silla por unas cuerdas con encantamientos. Confundido y frustrado, forcejeó sin éxito, mientras la situación se volvía cada vez más tensa.

¿Qué es esto? —preguntó Yuji, tratando de mantener la calma, pero la angustia por Megumi y la confusión lo dominaban.

Gojo, sin perder su calma característica, lo miró con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.

No puedes darte el lujo de pensar en otros ahora, Yuji Itadori. —dijo, con un tono más serio, mientras con un leve gesto soltaba las cuerdas que mantenían a Yuji prisionero—. Tu ejecución secreta ya ha sido determinada.

Esas palabras cayeron sobre Yuji como un martillo. Su ejecución... ¿se había decidido ya? El terror y la incredulidad comenzaron a llenarlo, aunque aún trataba de procesar lo que estaba ocurriendo.

Gojo lo miró con una tranquilidad inquietante, aunque sabía que en el fondo Yuji estaba más allá de entender completamente lo que eso significaba. Gojo estaba a cargo, y aunque parecía relajado, su mente estaba siempre calculando, midiendo los riesgos y tomando decisiones rápidas. Yuji aún no comprendía el alcance de su propia situación, pero sabía que había algo en Gojo que lo hacía sentir una extraña mezcla de confianza y temor.

La mirada de Gojo se suavizó un poco, como si quisiera ofrecer algo de consuelo.

Pero, por ahora, hay otras cosas que quiero que sepas. —dijo Gojo, de pie ahora, con las manos en los bolsillos—. Tienes un camino delante de ti, y lo que ocurra dependerá de tus acciones.

Yuji no sabía cómo interpretar esas palabras, pero entendió que, al menos por ahora, su vida no estaba completamente en manos del destino.

Muchas horas antes...

Enlace maldito (Goku en Jujutsu Kaisen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora