Enlace maldito (Goku en Jujutsu Kaisen)

TP1 - Capítulo 2: Verde

El entrenamiento había concluido, y el sol comenzaba a descender en el horizonte, bañando el Clan Zenin con una luz cálida y dorada. Goku,  con la energía de un niño, decidió dar un paseo por los alrededores del complejo. Quería explorar un poco y, quizás, encontrar algo interesante que lo distrajera de la rutina de su día.

Caminando por uno de los jardines más alejados, escuchó unas voces suaves. Siguiendo el sonido, Goku pronto encontró a dos niñas de su misma edad, sentadas en el borde de un pequeño estanque. Eran gemelas, idénticas en apariencia, pero con una diferencia notable en su actitud.

La primera, con una expresión determinada, levantó la vista al ver a Goku acercarse y, con el ceño fruncido, le dijo con firmeza: "¡Aléjate de nosotras!"

La otra niña, que parecía más tímida, bajó la mirada y se encogió ligeramente al ver a Goku, como si tuviera miedo de él. Aún así, no dijo nada, simplemente observaba con una mezcla de temor y curiosidad.

Goku, sin inmutarse ante la advertencia, les dedicó una sonrisa amistosa. No estaba acostumbrado a recibir órdenes de esa manera, pero la actitud de la primera niña no lo intimidó. Al contrario, lo intrigó.

"Hola," dijo Goku con naturalidad, ignorando la orden de alejarse. "Me llamo Goku. ¿Cómo se llaman ustedes?"

La niña que había hablado primero lo observó con desconfianza, pero decidió responder con un tono desafiante. "Soy Maki," dijo, manteniendo la mirada fija en él, como si quisiera evaluar si era una amenaza. Luego, señaló a la otra niña, que seguía mirando a Goku con aprensión. "Y ella es Mai."

"Es un gusto conocerlas, Maki y Mai," respondió Goku, todavía sonriendo. Había algo en ellas que le resultaba familiar, una conexión que no lograba entender del todo, pero que lo impulsaba a querer conocerlas mejor.

Mai, aún con cierto temor, murmuró un débil "hola" sin atreverse a mirar directamente a Goku. Mientras tanto, Maki continuaba observándolo con una mezcla de desconfianza y curiosidad, preguntándose por qué un niño tan diferente a los demás se estaba acercando a ellas.

"¿Por qué están aquí solas?" preguntó Goku, intentando romper el hielo. "¿Están jugando o solo descansan?"

Maki dudó por un momento antes de responder. "Solo descansamos... lejos de los demás."

Goku asintió, entendiendo que quizás ellas también buscaban un respiro de las expectativas y tensiones que pesaban sobre todos en el clan. "¿Puedo quedarme con ustedes un rato?" preguntó con sencillez, sin perder la sonrisa.

Maki no respondió de inmediato, pero finalmente asintió. Mai, aunque todavía un poco asustada, parecía más cómoda ahora que Goku se mostraba amable y no había intentado intimidarlas.

Así, los tres niños se quedaron junto al estanque, compartiendo un momento de tranquilidad. Aunque las gemelas eran reservadas, Goku sentía que había algo especial en ellas, algo que lo hacía querer estar cerca y entenderlas mejor.

Día tras día, Goku regresaba al mismo estanque, donde sabía que encontraría a Maki y Mai. A medida que pasaba el tiempo, los tres niños empezaron a formar un lazo especial. Aunque sus encuentros eran breves y a menudo en secreto, se volvieron momentos que Goku esperaba con ansias.

Las conversaciones que compartían eran un respiro de la intensidad del entrenamiento y las expectativas del Clan Zenin. Maki y Mai comenzaron a abrirse más con Goku, compartiendo sus propias experiencias y frustraciones. Maki, siempre directa, le contaba cómo las dos eran vistas como una anomalía en el clan por ser gemelas. Su tono, aunque firme, llevaba consigo una tristeza que Goku empezaba a entender mejor.