TP1 - Capítulo 1: Reglas

1K 82 67
                                    

Era una noche oscura y tranquila en el Clan Zenin. Las estrellas brillaban en el cielo como pequeños puntos de luz, y el silencio se extendía por los jardines y los pasillos del vasto complejo. De repente, un fuerte estruendo rompió la calma de la noche, seguido de una sacudida que se sintió en toda la propiedad.

Los miembros del clan, alertados por el impacto, salieron de sus casas con rapidez. Guiados por la curiosidad y el instinto de proteger su territorio, varios de los más fuertes hechiceros del clan se dirigieron al origen del ruido. Al llegar al lugar, lo que encontraron no era algo común.

En medio de un cráter humeante, entre escombros y tierra levantada, había una pequeña nave espacial de forma extraña. Parecía de otro mundo, con su superficie metálica y brillante que reflejaba las luces de las linternas que algunos de los presentes sostenían. Pero lo que más llamó la atención fue el pequeño ser que yacía en el centro del cráter.

Era un niño, no mayor de tres o cuatro años, con una pequeña cola de mono enrollada a su alrededor. A pesar del impacto, el niño no parecía gravemente herido. Dormía profundamente, como si nada hubiera pasado.

Los miembros del Clan intercambiaron miradas de asombro y confusión. Nunca habían visto algo como esto. Mientras discutían sobre qué hacer con el niño y la nave, una figura se adelantó entre la multitud. 

La mujer que se adelantó entre la multitud era Nao Zenin, una joven conocida por su determinación y seriedad, a pesar de su bajo estatus dentro del clan. Los ancianos la miraron, y uno de ellos, con voz grave, tomó la palabra.

"Este niño no es como los demás" , dijo, observando al pequeño que aún dormía plácidamente. "No sabemos de dónde ha venido ni qué es, pero algo en él me dice que no es ordinario."

Los murmullos se intensificaron. Algunos expresaban temor, mientras otros veían una oportunidad en su llegada. La discusión sobre qué hacer con el niño rápidamente se tornó en un debate sobre cómo el clan podría beneficiarse de su presencia. ¿Podría este niño, con su extraña cola y origen misterioso, ser entrenado para convertirse en un arma para el clan? ¿Podría poseer habilidades únicas que podrían ser explotadas?

Nao escuchaba en silencio, sus ojos fijos en el niño. Algo en él la intrigaba profundamente, una conexión inexplicable que no podía ignorar. Finalmente, uno de los líderes del clan alzó la voz para silenciar el bullicio.

"Este niño debe ser vigilado y estudiado," declaró con autoridad. "Nao, serás responsable de su cuidado. Descubre lo que puedas sobre él y sus habilidades, pero mantén todo esto en secreto hasta que sepamos qué estamos tratando. No podemos permitir que otros clanes sepan de su existencia hasta que hayamos decidido cómo usarlo."

Nao asintió, aceptando la tarea sin titubear. Se acercó al cráter, donde el pequeño seguía durmiendo. Con cuidado, lo levantó en sus brazos, sintiendo la suavidad de su piel y la calidez de su pequeño cuerpo. A pesar de la extraña situación, una inexplicable ternura se despertó en su interior. Sin decir una palabra más, se dio la vuelta y se dirigió hacia los aposentos más alejados del complejo, donde podría cuidar al niño sin ser molestada.

Mientras Nao se alejaba, los demás miembros del clan continuaron discutiendo. Sin embargo, Nao, ahora sola con el niño, solo pensaba en cómo proteger a ese pequeño ser que, de alguna manera, sentía que estaba destinado a estar bajo su cuidado.

Los días se convirtieron en semanas, y Nao se encontró cuidando a un niño que parecía estar lleno de energía inagotable y una fuerza que no coincidía con su tamaño. Goku, como ella lo había decidido llamar, no era un niño común. Desde su llegada, mostraba una agresividad instintiva, lanzándose contra todo lo que consideraba una amenaza o simplemente para jugar, aunque sus "juegos" a menudo resultaban en caos.

Enlace maldito (Goku en Jujutsu Kaisen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora