Enlace maldito (Goku en Jujutsu Kaisen)

TP1 - Capítulo 4: Celestial

La pelea entre Goku y Gojo comienza a intensificarse. Goku, sorprendido por el poder de Satoru, se recompone rápidamente tras la patada que lo lanzó varios metros. Desde el suelo, observa a Gojo flotando en el aire, riéndose de manera despreocupada.

Goku sonríe emocionado, limpiándose la cara. "¡Esto va a ser divertido!", exclama mientras flexiona los músculos de sus brazos, listo para la siguiente ronda.

Gojo, viendo la emoción en los ojos de Goku, se siente aliviado. "Parece que al fin encontré a alguien que me ayudará a liberar algo de estrés", dice con una sonrisa. De repente, usando su técnica, Gojo se teletransporta de nuevo al lado de Goku. Sin embargo, los reflejos y los instintos de Goku son tan agudos que intenta golpear a Satoru en el momento exacto, pero su golpe choca contra una barrera invisible, la cual no permite que lo toque.

Los dos se quedan mirándose, la tensión del combate se corta con una interacción cómica. Gojo empieza a reír. "¡Ups! Se me olvidaba decirte... ¡el Infinito!"

Goku, confuso, lo mira con los ojos entrecerrados. "¡Eso es trampa!" se queja con una sonrisa retadora.

Satoru, aún riendo, responde, "Ok, lo quitaré solo para ti", y de manera abrupta desactiva su barrera de Infinito. En el mismo instante, antes de que Goku pueda reaccionar, Gojo lo golpea con una patada poderosa, enviándolo a volar una vez más, esta vez aún más lejos.

Goku, mientras es lanzado hacia los árboles cercanos, sonríe emocionado. "¡Este tipo es fuerte! ¡Pero no se quedará con la ventaja por mucho tiempo!"

Goku se recompone rápidamente tras el golpe de Gojo y comienza a saltar ágilmente entre los árboles cercanos. El ambiente está cargado de energía, y la tensión entre los dos combatientes es palpable. Mientras Goku se mueve, sus pensamientos giran en torno a cómo sorprender a su formidable oponente. Con cada salto, sus músculos se tensan y se relajan con precisión, calculando el momento perfecto para su próximo ataque.

Satoru Gojo,  observa a Goku con una sonrisa enigmática. La agilidad de Goku y su habilidad para moverse por los árboles le recuerda a Toji, con quien tuvo una pelea memorable. Sin embargo, Gojo no se deja deslumbrar. En lugar de eso, decide llevar su técnica al máximo. Con un movimiento fluido, invoca su técnica maldita, Azul. Una esfera de energía azul se forma y comienza a girar en el aire, expandiéndose y desintegrando todo a su paso. Los árboles son arrasados, y el suelo se sacude bajo la potencia de la técnica.

Mientras Gojo sigue concentrado en la esfera azul, no se da cuenta de que Goku ha cambiado de estrategia. Aprovechando la distracción, Goku se mueve a gran velocidad, desafiando la visión de Satoru. Sus saltos entre los árboles son cada vez más rápidos y precisos, como una sombra que se desplaza sin ser detectada. El aire a su alrededor se torna más denso, cargado de la determinación y el enfoque de Goku.

De repente, Gojo siente una presencia detrás de él. La sensación es demasiado tarde para reaccionar, pero aún así se esfuerza por reforzar su cuerpo con energía maldita. Sin embargo, antes de que pueda prepararse completamente, Goku aparece de la nada y lanza un poderoso golpe en el estómago de Satoru. El impacto resuena a través del aire, y Gojo se ve forzado a retroceder, un grito de sorpresa y dolor escapa de sus labios.

Goku ha dado su primer golpe en toda la pelea, y el hecho de que haya lastimado a Gojo es un testimonio de su fuerza y habilidad. Gojo tambalea un momento, con su energía maldita intentó mitigar el daño, pero no pudo evitar el dolor. La reacción de Gojo es una mezcla de sorpresa y emoción. "¡VAMOS, GOKU! ¡ESTO SERÁ EMOCIONANTE!" exclama, su voz rebosante de entusiasmo.

A pesar del dolor, Satoru se recupera rápidamente, con una sonrisa que refleja tanto el desafío como el disfrute de la pelea. La batalla está apenas comenzando, y la atmósfera está cargada de una energía inconfundible. Goku, ahora sabiendo que ha logrado romper la defensa de Gojo, se prepara para la siguiente fase del combate, con una mezcla de determinación y emoción en su mirada.