𝟏𝟏- 𝐅𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐬, 𝐜𝐚𝐤𝐞, 𝐙𝐞𝐥𝐝𝐚.

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Hablaré con el director de tu escuela.

Me paralice al escucharlo decir aquello. El no podía hacer aquello, las cosas empeoraría para mi si Matt y sus amigos de dieran cuenta que les conté todo a mis padres.

—No es necesario papá.

—Ben, esto no está en discusión. Mañana saliendo del trabajo iré a recogerte a la escuela y hablaré con el director. Esos niños tendrán su castigo sea como sea.

Quería pedirle que no lo hiciera pero sabía que nada lo haría cambiar de opinión, suspiré y me recosté en el sofá mirando fijamente al techo, pronto sentí la mano tibia de mi madre en mi frente.

¿Te sientes mal?, vamos a curarte esos golpes.

Me acomode para mirarla mejor, ella se sentó a mi lado y en sus manos traía un kit de primeros auxilios, sin poderlo evitar solté una risa al recordar a Zullet.

—¿Y esa risa? —Preguntó mi madre—

—Es solo que he recordado a una amiga.

—Oh claro, ¿cual era su nombre?

—Zullet... Ella me ayudo mucho cada vez que Matt y los demás me golpeaban.

Deje al descubierto algunas de mis heridas y mi madre comenzó a desinfectar cuidadosamente.

—Parece que quieres mucho a esa chica, en poco tiempo ha logrado sacarte algunas sonrisas eh. —Dijo burlona— Deberías invitarla de nuevo a casa, quiero preparar una cena para ella como agradecimiento por haberte cuidado mientras que yo estaba ciega.

Sentí una punzada en el pecho, mi madre se sentía culpable por todo lo que había vivido y aquello me dolía aun más. La mire y pude notar su tristeza, sabía que esto era complicado para mis padres.

—No te reprendas a ti misma por eso mamá, después de todo mi padre hablara mañana y espero todo se solucione.

—Si cariño lo siento...

—Y sobre lo de Zullet, ella estará encantada de venir.

Ambos sonreímos, mi madre terminó de curar algunas heridas mías y pronto todos estábamos en la cocina cenando animadamente, hacía tiempo que no disfrutaba el tiempo con ellos. Después de haberles confiado mis sentimientos y todo por lo que he pasado podía sentir esa calidez de familia de nuevo.

Esa noche fue una de las mejores que pude pasar.

Para el día siguiente mi madre decidió que sería buena idea faltar a la escuela a lo que estuve de acuerdo. Pase toda la mañana en casa y por la tarde, después de darme una ducha salí al lago en busca de Zullet, no sabía si la encontraría debido a que pasaba de la hora en la que normalmente nos veíamos ahí, pero para mi buena suerte la vi, estaba recogiendo unas cosas del suelo y se veía triste.

—¿Por qué esa cara?

Ella dio un leve salto y luego sonrió, dejo las cosas en el suelo y se acercó a mi.

—¡Me asustaste, pero me alegra verte!

—A mi también me alegra, tengo muchas cosas buenas por contarte.

—¡Entonces ven!

Ella tomo mi mano y me acerco a donde antes estaba, comenzó a sacar algunas cosas de su mochila, platos, cucharas y al final con cuidado saco un pastel qué estaba bien envuelto para evitar que se deshiciera.

Backstabber. [Ben Drowned.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora