Un Amor en Tres Voces

El limite del silencio

Winnie se quedo mirando a Mariana a través del espejo de aquel café donde se encontraban, intentando controlar su respiración. Su amiga, ajena a lo que había pasado momentos antes en el baño, sonreía mientras hablaba con Johan y Josué. La escena era tan normal que Winnie sentía que podía fingir que todo estaba bien frente a los demás, que nada había cambiado, que todo seguía tal cual como estaba hace unos días, pero en el fondo sabia que no era así y lo sentía.    

Cuando ella y Lúa salieron del baño, apenas intercambiaron un par de palabras, conscientes de que Mariana se encontraba a unos pasos de ellos. Lúa mantenía una distancia física, pero Winnie todavía no podía olvidar la intensidad de su mirada, como si aun no hubieran terminado esa conversación; en el interior de Winnie el caos emocional que Lúa había vuelto a generar en ella seguía agitándose. 

Cuando estaban de regreso en la mesa donde se encontraban los demás, Mariana los recibió con una sonrisa relajada. —Pensé que se habían perdido, tardaron demasiado—bromeo sin notar nada extraño. Winnie forzó una risa, pero sus manos estaban frías y temblorosas, así que para calmar su cuerpo intento tomar algo de su jugo.

—No para nada, nada de que preocuparse; todo esta perfectamente bien.— respondió Lúa de manera relajada y casual, lanzando una mirada rápida a Winnie, quien evitaba a toda costa encontrarse con sus ojos, ignorándolo de manera sutil.

Josué, quien había estado hablando con Johan sobre la lista de canciones que presentarían en su próximo concierto, levanto la vista hacia Lúa para decirle —Hey, Lúa, ven necesitamos decirte el orden en el que presentaremos las canciones. ¿Estas de acuerdo con eso?—

—Si, claro—respondió Lúa, agradeciendo internamente a Josué por haber interrumpido aquella incomoda conversación, mientras que Winnie se sumergía poco a poco en sus pensamientos, aquellos pensamientos que no salían de su cabeza desde que el día en que lo conoció a el.

Mariana se inclino hacia ella, tocando suavemente su hombro. —Winnie, ¿Segura estas bien? Pareces algo distraída, como si tuvieras algo en mente—dijo con una cálida sonrisa aunque su sonrisa y su mirada tenían una pizca de curiosidad.

Winnie intento sonreír, pero en su mente seguía reviviendo aquella conversación una y otra vez. Sabia que no lo podía ignorar por mucho tiempo. Tenia que buscar una solución cuanto antes.