En los bordes de la verdad

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De vuelta en el club, el ambiente habia cambiado. La risa y la despreocupación de antes ahora parecían estar manchadas por la sombra de lo que habia sucedido afuera. Mientras Winnie, Lúa y Josué entraban al lugar, Mariana estaba en la barra, riendo con Johan, completamente ajena a la tormenta que se avecinaba. El contraste entre su alegría y la tensión que Winnie sentía la hizo tambalearse por un momento.

Josué no dijo nada más al respecto, pero había algo en la forma en que miraba a Lúa y a Winnie que claramente no lo habían convencido del todo. Había captado la tensión, aunque no supiera exactamente de qué se trataba. Aún así, decidió no confrontarlos directamente, al menos no por ahora.

-¿Dónde estaban?-preguntó Mariana con una gran sonrisa, girándose al verlos llegar. Le ofreció a Winnie una bebida, como si nada extraño hubiese pasado.

-Solo salimos a tomar un poco de aire-dijo Winnie, intentando que su voz sonara natural. Mariana no sospechaba nada, al menos no por el momento.

Lúa se quedó cerca de Josué, guardando una distancia prudente entre él y Winnie. La realidad de su situación caía sobre él como un peso insoportable. Sabía que las cosas no podían seguir así, pero tampoco sabía cómo ponerle fin sin causar un daño irreparable.

Johan, por su parte, se encontraba al margen de todo, disfrutando de la música y bromeando con los demás. A menudo, parecía que vivía en su propio mundo, no se daba cuenta de nada, estaba tan ajeno a las tensiones que existían en el grupo. Mientras que Mariana charlaba animadamente con él, Winnie se sintió agradecida por su presencia. Johan era una distracción, un alivio temporal para la tensión creciente entre ella, Lúa y Josué.

-¿Vamos a tocar algo esta semana o van a seguir dando vueltas?-dijo Johan, con una sonrisa despreocupada, refiriéndose al ensayo que tenían pendiente. Su comentario rompió un poco el hielo y permitió que el grupo se relajara, al menos por unos minutos.

Winnie sonrió débilmente, intentando participar en la conversación, aunque por dentro todo era un caos. Lúa se mantuvo en silencio, pero sus ojos se seguían encontrando a Winnie, a pesar de su esfuerzo por evitarla.



Un Amor en Tres VocesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora