𝑪𝒖𝒂𝒓𝒕𝒆𝒍𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒊𝒏𝒗𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐

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CAPÍTULO 47

JUNPEI POV

04 de Julio de 2022

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𝙋𝙤𝙧 𝙢𝙪𝙘𝙝𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙫𝙪𝙚𝙡𝙫𝙤

𝙉𝙤 𝙚𝙣𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤 𝙢𝙞𝙨 𝙧𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙤𝙨

𝙇𝙤𝙨 𝙗𝙪𝙨𝙘𝙤, 𝙡𝙤𝙨 𝙨𝙪𝙚ñ𝙤

𝙇𝙤 𝙥𝙧𝙤𝙥𝙞𝙤 𝙮𝙖 𝙚𝙨 𝙖𝙟𝙚𝙣𝙤

𝘾𝙖𝙮𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙡𝙤𝙨 𝙗𝙤𝙧𝙙𝙚𝙨

𝙔 𝙚𝙡 𝙫𝙖𝙨𝙤 𝙮𝙖 𝙚𝙨𝙩á 𝙡𝙡𝙚𝙣𝙤



Dejaba que mi trasero se posara en su regazo a la hora de comer, le gustaba alimentarme en la boca, tocaba mis mejillas algo enternecida, preparaba mi Nesquik casi todos los días; al ser bastante pequeño decía que le parecía un muñeco de supermercado con el que podía jugar a gusto sin sentirse hostigada. Tome su mano miles de veces de ida y de vuelta al Kinder, Maki era buena conmigo, me agradaba.

Pero

Nunca me gustó Maki Zennin, a mi me gustaba su pretendiente, Yuta Okkotsu.

Mamá solía ir a casa de Yulien Okkotsu porque tenia un matrimonio abierto, Nobara no lo sabia era muy tonta para darse cuenta. Así que mientras Ieri se revolcaba con el Abogado Penalista yo me quedaba en el Jardín jugando con Yuta el hijo mayor del hombre. Un día le di un beso en los labios aprovechando que se agacho para recoger mi lápiz de color celeste.

Al principio le dio miedo nuestro acercamiento, pero él solo era 5 años mayor que yo, no habia ningún problema. Yuta era demasiado inocente, maleable y manipulable, por eso me gustaba, porque yo era todo lo contrario.

Con los años, mis anhelos eran sus anhelos, mis deseos eran sus deseos, y mis sueños fueron los suyos; éramos Yuta y yo.

Pero un día tuvo una erección mientras me besaba y dio por terminada nuestra relación, acepto que no podíamos besarnos nunca más, porque ahora él tenia otro tipo de necesidades que yo no podía cubrir por mi edad, nunca le dije cuanto deseaba que me mancillara a mis 8 años; me dejo por Maki.

Maki termino con Yuta porque repentinamente estaba enamorada de mi hermana, en mi nació una raíz de amargura y mis deseos de acabar con su vida.

Amaba mucho a Yuta, quizás porque él no era un Pedófilo como mi Padre.

Quien una mañana de Viernes cuando mi hermana Nobara y la que fue mi Mamá Ieri Shoko, salieron de compras, me dejaron a solas con Suguro, como solian hacerlo siempre, todos los Viernes.

Él solía bañarme porque odiaba bañarme en la semana, siempre lo hacia en la tina de la habitación principal de la casa, Suguro tenía manos grandes pero sabia como tallarme la piel con una esponja de manera delicada, a veces cantaba canciones estúpidas e infantiles. Me daba atención y yo amaba su atención.

Pero ese día él me vio de manera distinta, era como si algo se hubiera apoderado de él, algo que le dijo que yo no era más su hijo, sino que era la reencarnación de su Papá desaparecido. Suguro asesinó a mi abuelo, me lo confesó en ese momento y me declaro la guerra.

—Erraste porque ahora soy más grande, alto y fuerte que tu, así que puedo destruirte antes de que intentes hacerlo conmigo.— hablo en un tono distinto, no habia amor de Padre ahí, solo rencor.

Intente responder como cualquier persona coherente haría, pero me abofeteo en la cara, fue la primera vez que me golpeo e incomprendiendo su actuar, intente pegarle de regreso.

Tapo mi boca con una de sus manos asfixiandome un poco, su cuerpo vino sobre el mío, la respiracion en sus labios se acelero atrás de mi cabeza mientras entraba a la Tina, ahora sus dedos estaban bajo mis piernas, los otros paseaban por mi piel desnuda y mojada, aprete mis ojos; El dolor que senti en mi espalda nunca más volvi a sentirlo como ese día, no sabia lo que pasaba, pero le vi forzar su cadera empujándola para hacerla contra mi trasero pequeño y las aguas celestes de burbujas se llenaron de rojo, y el rojo me pertenecía a mi. Asustado como cualquier niño de 4 años llore luchando por salir de ahí, pero ya no pude sostenerme de la orilla y me hundí en el agua que se salía de la Tina por la fuerza que ejercía Suguro al embestirme por detrás.

Solo fue la primera vez que me violo.

ROSES ARE PINK |Itanoba|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora