𝑫𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓

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CAPÍTULO 49

NOBARA POV

5 de Julio de 2022
 

Ullanlina, Finlandia 


¿𝘿𝙤𝙣𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙚𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧? 

𝘿𝙚𝙟𝙖𝙢𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙫𝙪𝙚𝙡𝙫𝙖 𝙖 𝙖𝙘𝙖𝙧𝙞𝙘𝙞𝙖𝙧 𝙩𝙪 𝙥𝙚𝙡𝙤

𝘿𝙚𝙟𝙖𝙢𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙛𝙪𝙣𝙙𝙖 𝙩𝙪 𝙥𝙚𝙘𝙝𝙤 𝙚𝙣 𝙢𝙞 𝙥𝙚𝙘𝙝𝙤

𝙑𝙤𝙡𝙫𝙚𝙧𝙚 𝙖 𝙥𝙞𝙣𝙩𝙖𝙧 𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙡𝙤𝙧𝙚𝙨 𝙚𝙡 𝙘𝙞𝙚𝙡𝙤

𝙃𝙖𝙧𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙤𝙡𝙫𝙞𝙙𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙖 𝙫𝙚𝙯 𝙚𝙡 𝙢𝙪𝙣𝙙𝙤 𝙚𝙣𝙩𝙚𝙧𝙤


Era una media mañana del 5 de Julio, Ieri se asoleaba en la playa con Hanna, ellas reían, bebían y gozaban del agua golpeándoles la piel bronceada. Para mi aún era 30 de Junio; mi hermano seguía con vida, nunca se drogó con éxtasis ni se provocó una sobredosis que lo dejó en estado vegetal.

Pero era 5 de Julio y el sol ya quemaba; habían pasado 5 días lejos de Japón y le llame a Junpei para recordarle que se tomara sus vitaminas. Al momento que me respondió su buzón de voz con su voz, fui incapaz de sentir dolor, de llorar, en cambio le tenia odio, me enoje tanto con él porque estaba muerto y tire el telefono sobre la pared.

—Ese mocoso de mierda.—

 Exprese dejandome caer sobre la cama, como lo hice las últimas 5 mañanas, no tenia ganas de salir a ningun lado a pesar de que Ieri arreglo un itinerario con planes y destinos reservados para visitar, no me importaban, no los necesitaba, no los quería.

Solo quería dormir porque en mis sueños mi hermano seguía vivo, me insultaba y me trataba mal, me denigraba, él me provocaba y me retaba, pero seguía vivo.

La realidad estaba acabando conmigo.

Cuando mi celular vibro y resono en el cuarto, lo busque de inmediato y respondi tirada en el suelo pensando que era él quien me llamaba, pero en la pantalla habia un nombre distinto.

—¿Gato? Digo... Yuji.— rei algo nerviosa de haberme equivocado al decirlo, note que allá eran como las 5 de la madrugada.

Su respiración era profunda al otro lado del teléfono.

—Kugisaki.— su voz tiritaba con dificultad, sonaba lastimada tal vez porque allá estaba recien saliendo el sol.

—Yuji ¿Que sucede? ¿Esta todo bien?— me alarme de inmediato y me sente en la cama.

—Si, todo esta bien.— musito limpiándose los mocos con un pañuelo. —Todo sigue como antes...

—¿Estas llorando?— frunci mi ceño por ello, me desagradaba en absoluto.

—No, no estoy llorando.— mintio

Si estaba llorando, pero no queria decirme el motivo de sus lagrimas, quizas lo de Junpei le estaba molestando tanto como a mi.

—Entonces si todo sigue igual ¿Necesitas algo Yuji?— aprete mi vestido de seda entre mis dedos con impotencia de no poder estar a su lado para consolarle.

—¿Recuerdas alguna de mis canciones favoritas?— me cuestiono.

—Claro que si, las recuerdo todas.— asegure

—Quizas yo solo quería escucharte cantar una de mis canciones favoritas.— murmuro con ese quiebre en su aliento.

—¿Puede ser aleatoria?

—Claro, elígela tu. Yo escucharé desde aquí y si no respondo más, es que me he quedado dormido.— Yuji afirmó acomodándose sobre la superficie de su cama que por alguna razón sonaba como una camilla de Hospital.

Reconozco ese sonido porque Junpei pasó mucho tiempo visitando Doctores y siempre solia tirarse sobre la camilla porque le encantaba escuchar como tronaba.

—Oh, entonces volverás a dormir holgazan...— me burle para disipar aquel pensamiento de mi cabeza, quizás estaba imaginando cosas.—Bueno, déjame pensar ¡Ya se! ¡La tengo! ¡A 1000 Times de Hamilton Leithauser!— lance esperando haber acertado.

—Cántame una de mis canciones favoritas.— respondió en un hilo de voz

Yuji apago el micrófono de su Teléfono mientras yo le cantaba su canción favorita por medio de esa llamada que me hizo aquel día.

ROSES ARE PINK |Itanoba|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora