Capítulo 22

59 15 5
                                    

Las cartas dejaron de llegar por un tiempo. En lo personal, Bowser se sentía agotado emocionalmente. Además, no dejaba de escuchar a Kamek decir a todo el castillo cómo él lo liberó y... en parte no quería quitarle la ilusión. En realidad, se había esforzado, y se sentía patético al pensar en no quitarle la ilusión. ¿Era un monstruo, no? No debería importarle cómo se sintiera. Suspiró frustrado porque las palabras de ese tonto fontanero le decían que no era un monstruo. ¿Qué demonios significaba eso? Eso le habían hecho creer siempre... Y se sintió extraño, porque sentía que ya le habían dicho eso alguna vez. Ese estúpido fontanero de bigote chistoso lo había hecho dudar, y no solo con eso de "no ser un monstruo", sino también con lo que sentía por la princesa... "¿Por qué Peach?" Maldita sea, amaba a esa mujer. Llevaba enamorado de ella tanto tiempo que ya no recordaba la primera vez que ella le robó un suspiro. Pero tenía un buen punto, ¿por qué ella? A decir verdad, sentía que no había hablado con ella por medio de las cartas, sentía que estaba en un sueño.

—Has estado raro —Bowser escuchó una voz pequeña.

—Ahora no, Junior.

—¿Qué pasó mientras estabas fuera?

—Junior, ahora no. —Establece límites—. Papá quiere tener un espacio a solas. Te prometo que iremos a por un helado cuando me sienta mejor.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo. —Bowser levantó su mano izquierda y con el dedo índice hizo una "X" sobre su corazón.

—¿Y me dirás qué pasa? —dijo el niño.

—Eso está a discusión por ahora.

Junior no dijo nada más, solo le dejó su muñeco para que le hiciera compañía. En su mente de niño, darle su peluche de confort le daba las fuerzas que su papá necesitaba.

Bowser observó el peluche y entendió por qué lo dejó. El peluche tenía un lazo azul atado en el cuello.

—Sus ojos... esos ojos eran distintos. Esos ojos no se sentían como los de ella —Bowser disipó la idea—. ¿Qué estoy diciendo? Claro que es Peach, nadie más tendría unos ojos tan bellos...

El recuerdo de aquella vez en que comía aquel trozo de manzana y le había preguntado por sus ojos... ¿Por qué eran tan importantes sus ojos? Eso sí podía responderlo: porque era lo único que había visto la vez que ella vino a su castillo. Y los ojos son las puertas del alma, aunque suene cliché. Pero no hay ojos iguales, siempre hay una diferencia. Y él recordaba que los ojos de la princesa que vio aquel día tenían un brillo distinto, tenían un... un algo distinto, y eso lo frustraba. ¿Por qué habían cambiado esta vez si llevaba años viendo los mismos ojos de la princesa? ¿Qué cambió ahora?


Hola linduras, ¿Cómo se encuentran? Bueno, les comento un poco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola linduras, ¿Cómo se encuentran? Bueno, les comento un poco. Para aquellos que no vieron la publicación en el tablero, me habían operado y, por lo tanto, estaba en incapacidad. Fue una cirugía de los ojos, por lo que, con menos razones, no podía escribir, pero me encuentro mejor. Aunque si debo tener aún algo de "espacio" de la luz de las pantallas, así que, aunque lamento la demora, era por temas de salud y... Bueno, estaba salvando también el semestre, espero os guste el capítulo

Y recuerden que aunque amo las estrellitas, más amo que comenten las historias, no olviden compartirla y seguir con su día con la mejor de las emociones.

Y recuerden que aunque amo las estrellitas, más amo que comenten las historias, no olviden compartirla y seguir con su día con la mejor de las emociones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Indefenso - Jessica  Castillo  (Lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora