Una idea loca lleva a Luigi a responder cartas de el temeroso Rey de los Koppas;Bowser,sin esperar que las palabras sinceras en aquellas cartas de aquel "monstruo " serían suficientes para cautivar su corazón.
¿Acaso su corazón indefenso y cautivida...
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Luigi.
Las cartas dejaron de llegar; esta vez no era un error de envío. Desde que Bowser "escapó", las cartas cesaron. Cada semana, Luigi buscaba en aquel cuarto aquel sobre de color único. Pensó en escribirle, pero no era adecuado... ¿por qué? No sabía el porqué, solo sentía que no era apropiado.
—¿Estás bien, Lu? —preguntó Mario al ver a su hermano mover un jitomate con el tenedor—. No has tocado la comida.
—No tengo mucha hambre —soltó el tenedor. No podía dejar de sentirse mal. Se odiaba... por mentirle... por ser emocional... por todo.
—¿Tienes una espina clavada en el alma, eh? —Mario comió un poco de su pasta.
Aquellas palabras hicieron que Luigi levantara la mirada de su plato y se encontrara con la mirada de su hermano.
—Quiero que sepas algo. He visto lo generoso y atento que eres con todos, y no puedo creer que hayas hecho algo malo. Si hay algo que te está molestando, dudo mucho que sea culpa tuya. Creo que esa espina que sientes en el corazón viene de otra parte, no de tus propias acciones. A veces, las cosas pueden ser confusas, y el dolor puede venir de situaciones ajenas. Lo que sé es que, con tu corazón y tu forma de ser, no hay lugar para el mal. Confía en que, a pesar de lo que sientas, eres una persona buena y tus intenciones siempre han sido las mejores. Si necesitas hablar o aclarar algo, estoy aquí para escucharte. No sé qué hiciste, y no estás obligado a decírmelo.
Tenía razón. No le había respondido a Bowser de mala forma, pero aún así le había mentido. Se había disfrazado de la princesa Peach, había tenido el atrevimiento de hablar con él y fingir que nada había pasado, que él no había sido responsable de nada... ¿Está mal mentir, verdad?
Pero, ¿qué pasa cuando se miente para cuidar al otro? ¿Sigue siendo malo?
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