Capítulo doce: La fragilidad del héroe.

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Ethan.

El primer rayo de luz se cuela por la ventana, rompiendo la penumbra de la habitación. Me despierto con un leve estremecimiento, el aire helado es un intruso no deseado que halla entrada por las rendijas de la ventana y me hace sentir como si la misma noche intentara mantenerme en sus garras. La cama es pequeña y la colchonería dura; cada vez que me muevo, siento el crujir de la madera desgastada bajo mí. El cansancio se aferra a mis músculos, resultado de días interminables de viaje y la tensión constante que pesa en mi pecho.

Mis ojos se enfocan en la mesita de noche, donde, de estar en mi hogar, una fotografía enmarca los rostros de mis padres. Puedo imaginar la imagen brillar con una calidez que contrasta con la frialdad del lugar. Recuerdo la cara de mi madre, su risa, esa chispa en sus ojos, es un recordatorio constante de lo que he perdido. Mi abuela siempre em dijo que ella siempre tenía la habilidad de iluminar incluso los días más oscuros, de hacer sentir que todo estaba bien en el mundo. A su lado, mi padre, con su semblante serio pero lleno de amor, él siempre parece observarme, como si esperara que le dijera algo, que compartiera mis miedos o mis esperanzas.

Ojalá hubiese traído aquel marco conmigo, si hubiera sabido mi destino, otras cosas habría empacado en mi mochila que  he de reconocer, ha aguantado mucho para ser un viaje tan duro.

Siento un nudo formarse en mi garganta, y por un momento, el peso del mundo se siente tan abrumador que me cuesta respirar. Me siento en el borde de la cama, la frialdad del suelo de madera se siente como un choque con la realidad.

Recuerdo las mañanas en casa, cuando el sol apenas empezaba a asomarse y yo me levantaba para ayudar en las labores. La mezcla del olor a tierra mojada y el aroma del pan recién horneado llenaba el aire. Mi abuela, siempre tan alegre, cantaba mientras preparaba el desayuno, y mis días comenzaban con su risa resonando en el aire. Mi abuelo me enseñaba sobre el ciclo de las estaciones, cómo las semillas que sembrábamos en la primavera se convertían en el alimento que sustentaba nuestras vidas. Recuerdo sus manos, fuertes y arrugadas, y cómo siempre me guiaba con un suave apretón en el hombro, diciéndome que nunca dejara de luchar por mis sueños.

Pero aquí, en Stonehaven, todo es diferente. El eco de sus risas se ha desvanecido, y la calidez del hogar que conocía se siente como un recuerdo distante, como un susurro en el viento que se aleja. La soledad me envuelve, y la amenaza que acecha en cada rincón me recuerda que estoy solo en un mundo hostil.

Cierro los ojos por un momento, deseando volver a esos días donde la magia era solo un susurro, no la sombra que me sigue a cada paso. Me estremezco al pensar en los días venideros, en las decisiones que debo tomar y en las traiciones que acechan a la vuelta de cada esquina. Aún así, hay un fuego en mi interior, una chispa que no se apaga, impulsándome a seguir adelante.

El crujir de la puerta me arranca de mis pensamientos. La taberna abajo murmura con las voces de los viajeros, charlas lejanas que se mezclan con el sonido del viento que azota las ventanas. Me levanto, estirando los músculos adoloridos. Me asomo a la ventana; la ventisca sigue su danza, cubriendo el mundo en un manto blanco que oculta la realidad sombría que me rodea.

Mientras me preparo para enfrentar el día, una mezcla de esperanza y ansiedad burbujea en mi interior. Preguntas sin respuesta giran en mi mente: ¿Qué pasará hoy? ¿Cómo podré encontrar mi lugar en este nuevo mundo? Las imágenes de mis seres queridos resplandecen en mi corazón, y es esa luz, esa única chispa la que me impulsa a seguir adelante, a enfrentar lo desconocido con valentía.

Mi destino es incierto, aún la idea de ser el portador de la magia de Luminaris pesa sobre mi hombro, pero trato de vivir el día a día sin pensar demasiado en eso, aún no quiero tomar una decisión entre mi vida normal y mi aparente camino no sólo en Altharia sino en todo Mythoria.

El Despertar Obscuro: El Ascenso.Where stories live. Discover now