Capitulo 23

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Flashback - Corea, 2017

Habían pasado unas semanas desde el incidente en Chile, y me tocaba ir a algunas revisiones para asegurarme de que todo estaba bien. Aún tenía en mi mente el recuerdo de aquella chica, la enfermera que me había atendido ese día. No podía evitar pensar en ella, esperando encontrarla en alguna de estas visitas al hospital, pero hasta ahora no la había visto por ningún lado.

Cuando llegué a la consulta, el doctor me indicó que me hiciera unos exámenes para descartar cualquier problema. Me dirigí a la sala de pruebas, me sentía tranquilo, pero algo dentro de mí quería verla.

Entré en la sala de enfermería y vi a una enfermera de espaldas, ocupada con algunos materiales. Con una voz suave, me indicó:

-Siéntate en esa silla y relájate un poco.

Obedecí, y mientras me acomodaba en la silla, la enfermera se giró. Mis ojos se encontraron con los suyos, y en ese instante mi corazón comenzó a latir con fuerza. Era ella.

Ella me dedicó una sonrisa, esa misma sonrisa que me había dado tanta calma en Chile, y me puse nervioso al instante. Se acercó a mí, levantándome ligeramente la manga de la camisa para prepararse a sacarme sangre.

-¿Cómo te has sentido desde lo que ocurrió en Chile? -me preguntó mientras revisaba todo cuidadosamente.

Intenté responder con naturalidad, pero mi mente estaba completamente enfocada en ella. Su cercanía me ponía más nervioso de lo que esperaba.

-Bueno... estoy mucho mejor ahora -dije, tratando de mantenerme tranquilo.

Ella, con esa calidez que parecía acompañarla siempre, se disculpó:

-Lo siento, no me he presentado. Mi nombre es Eleni.

La miré como un tonto por unos segundos, mi cerebro tratando de procesar la situación, y al final logré decir:

-Bueno, tal vez ya me conozcas, pero soy Jungkook.

Ella soltó una pequeña risa, y esa risa fue como un alivio para mí. Me hizo sonreír también.

-Lo sé, amo su música -respondió, y su mirada se volvió aún más cálida.

-Ahora, te sacaré sangre, ¿de acuerdo? No dolerá nada -me dijo con una voz tranquila.

Asentí, y mis ojos no se apartaron de ella ni un segundo. No sentí nada, ni el pinchazo ni el dolor. Ya fuera porque ella era extremadamente cuidadosa o porque estaba completamente hipnotizado viéndola, el procedimiento pasó como si no hubiera existido.



Después de que Eleni terminó de extraerme la sangre, me dijo con una sonrisa:

-Muy bien, ya puedes salir.

Le devolví una sonrisa tímida, me levanté y le hice una pequeña reverencia, como era costumbre. Caminé hacia la puerta, pero antes de salir, me quedé pensando en cómo prolongar la conversación. Giré sobre mis talones, rascándome el cuello nerviosamente, y le dije:

-Ah, solo quería agradecerte por ayudarme ese día... realmente te lo agradezco mucho.

Eleni se sorprendió un poco por mi repentino agradecimiento, pero después su rostro se iluminó con una sonrisa.

-No fue nada. Me encanta ayudar a las personas, y estoy feliz de que estés bien ahora -respondió, con esa misma calidez que me desarmaba.

La observé por un momento, sintiendo un nudo en el estómago, pero de alguna manera logré decir lo que pensaba:

-Eh... ¿te gustaría ir a comer algo? Es solo un pequeño agradecimiento -dije, tratando de sonar casual aunque los nervios me traicionaban.

Eleni parecía sorprendida por la invitación, dudó un segundo, pero luego asintió tímidamente.

Nuestra Historia Secreta. J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora