Capitulo 10

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Después del hermoso momento viendo la puesta de sol, el grupo comenzó a recoger sus cosas para regresar a la casa. El ambiente estaba relajado, pero la sensación de que su pequeño escape estaba llegando a su fin pesaba en el aire. Todos sabían que a la mañana siguiente tendrían que viajar de vuelta a sus rutinas.

Jungkook, quien había permanecido callado durante la última parte del atardecer, seguía en silencio. La alegría de pasar tiempo con sus amigos y, sobre todo, con Eleni, lo llenaba, pero no podía evitar sentir una pequeña tristeza al saber que esos momentos eran escasos y especiales. Tanto su trabajo como el de ella solían consumir gran parte de sus vidas.

Caminando de regreso a la casa, Jungkook iba a unos pasos de los demás, sus manos en los bolsillos y su mirada al suelo, sumido en sus pensamientos. Eleni lo notó y, sin decir nada, se acercó a él, enlazando suavemente su brazo con el de él.

—Oye, ¿qué pasa? —preguntó Eleni con una sonrisa, tratando de aligerar el ambiente.

Jungkook giró la cabeza y la miró, sonriendo apenas.

—Nada... —murmuró, pero Eleni conocía esa respuesta demasiado bien.

—Sé que algo te preocupa —insistió, apretando su brazo un poco más—. ¿Es por mañana?

Él suspiró y asintió ligeramente.

—Sí. Es que no siempre tenemos estos momentos. Tú tienes tu trabajo en el hospital, y yo con las giras y todo... —Dejó que su voz se desvaneciera, sin saber cómo expresar del todo lo que sentía.

Eleni lo entendió perfectamente. Ambos llevaban vidas ocupadas, llenas de responsabilidades que a veces parecían dejar poco espacio para momentos como este. Se detuvo, obligando a Jungkook a hacer lo mismo. Lo miró a los ojos y con una ternura infinita, le sonrió.

—Es por eso que estos momentos son aún más importantes —dijo, apoyando suavemente una mano en su mejilla—. No importa si no podemos hacer esto todo el tiempo. Lo que importa es que, cuando lo hacemos, lo disfrutamos al máximo.

Jungkook soltó una pequeña risa, aliviado por sus palabras. Se inclinó hacia ella y le dio un beso suave en la frente.

—Tienes razón... como siempre —dijo, finalmente sonriendo.

De vuelta en la casa, los chicos se dividieron las tareas. Mientras Jin, Taehyung y Eleni se encargaban de preparar la cena, los demás guardaban las cosas que habían traído a la playa y empezaban a cargar el auto para el regreso. El ambiente era tranquilo, pero había una ligera sensación de melancolía por lo que significaba el final de la escapada.

Jungkook seguía callado, su mente todavía perdida en pensamientos sobre lo que vendría después. Mientras acomodaba algunas mochilas en el maletero, Namjoon se le acercó y lo observó en silencio por unos segundos antes de hablar.

—Te noto pensativo, ¿es por el regreso? —preguntó con la calma característica de su voz.

Jungkook soltó un suspiro profundo, apoyando los brazos en el borde del maletero. Miró al cielo por un instante, como buscando una respuesta en las estrellas que comenzaban a aparecer.

—Sí, un poco... —admitió—. Es solo que... me gustaría poder estar con Eleni todo el tiempo. Salir sin preocuparme por quién nos ve, o qué pensarán. Ser como cualquier otra pareja, ¿sabes? Sin tener que escondernos ni preocuparnos por el trabajo o los medios.

Namjoon lo escuchó en silencio, comprendiendo perfectamente lo que Jungkook sentía. Como líder del grupo, había sido testigo de los sacrificios que todos habían tenido que hacer, especialmente en lo que respecta a sus relaciones personales.

Nuestra Historia Secreta. J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora