Capitulo 1

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POV Eleni

El reloj marcaba las 7:45 de la mañana. Era un día más en el hospital, las luces frías del pasillo me acompañaban mientras revisaba las últimas historias clínicas. Sentía mis párpados pesados, luchando por mantenerse abiertos después de una larga guardia nocturna. Ser doctora no era fácil, pero había algo en ayudar a los demás que hacía que todo valiera la pena.

Guardé la tablet en mi bolsillo y miré la lista de pacientes una vez más, asegurándome de no olvidar a nadie. Desde que comencé a trabajar aquí, mis colegas se convirtieron en mi segunda familia. Sun-hee y Min-ji, dos enfermeras que siempre lograban sacarme una sonrisa con sus bromas, y Joon-ho, el residente que había sido un apoyo incondicional en las noches difíciles.

-¡Vamos, doctora! -exclamó Sun-hee, sonriendo mientras guardaba su bata en el casillero-. ¿No dijiste que hoy te recogía alguien especial?

Me ruboricé. Todos sabían que mi novio, Jungkook, vendría por mí hoy. O mejor dicho, solo ellos tres lo sabían. Mantener nuestra relación en secreto no era fácil, pero era necesario. Jungkook y yo habíamos decidido que, por ahora, nadie más debería saberlo. Su fama lo complicaba todo, y yo solo quería que nuestra relación se mantuviera fuera del ojo público el mayor tiempo posible.

-Sí, a las ocho -respondí con una sonrisa-. Solo estoy terminando de cerrar unas cosas.

Min-ji se acercó, su cabello castaño recogido en una coleta desordenada. -Te envidio. ¿Cuántas chicas pueden decir que un ídolo mundial las recoge después del trabajo?

-Por favor, chicas, ya saben que para mí él es solo... Jungkook -dije mientras cerraba mi casillero y me ponía el abrigo-. Nos vemos mañana.

Joon-ho levantó la mano en señal de despedida. -Descansa, Eleni, te lo mereces.

-Gracias, chicos. ¡Nos vemos! -respondí antes de salir por la puerta.

Caminé lentamente hacia el estacionamiento, el aire frío de la mañana me ayudaba a despejarme un poco. A lo lejos, vi el auto negro de Jungkook estacionado en su lugar habitual. Me acerqué y toqué suavemente la ventana.

La puerta se abrió y allí estaba él, con esa sonrisa que siempre lograba calmar mi corazón. -Hola, cariño.

-Hola, amor -le respondí, acercándome para darle un profundo beso. Era el tipo de beso que necesitaba después de una noche tan agotadora.

-¿Cómo estás? -me preguntó, su mirada preocupada mientras me acariciaba el rostro.

Suspiré. -Cansada, no he dormido nada y este horario nocturno me está matando.

Jungkook me besó la frente y susurró: -Lo estás haciendo muy bien. Estoy tan orgulloso de ti, Eleni. Vamos a casa, te prepararé el desayuno y podrás descansar un poco.

Asentí y me acomodé en el asiento. El trayecto a casa fue tranquilo. Jungkook tomó mi mano mientras conducía, su pulgar acariciando suavemente mi piel. Llegamos a casa y antes de que pudiera reaccionar, Jungkook ya había abierto mi puerta.

-Gracias -murmuré, bajando del auto y sintiendo el alivio de estar por fin en casa.

Al abrir la puerta, Bam, nuestro hermoso perrito, corrió hacia nosotros, moviendo la cola con entusiasmo. Me reí al verlo tan feliz y me agaché para acariciarlo. -Hola, Bam. ¿Nos extrañaste?

Jungkook soltó una carcajada mientras cerraba la puerta. -Creo que sí. Vamos, entra y descansa un poco.

Me dejé caer en el sofá con un suspiro de alivio. El cansancio me abrumaba, pero estar en casa con Jungkook y Bam me hacía sentir en paz. Desde la cocina, escuché a Jungkook preparando el desayuno rápidamente.

-¿Quieres café o té? -preguntó mientras sacaba algunos platos.

-Té, por favor -respondí, cerrando los ojos por un momento.

En pocos minutos, regresó con un par de tazas y un par de sándwiches sencillos. Se sentó a mi lado y comenzamos a comer en la sala.

-Tengo algunas presentaciones en solitario la próxima semana -me comentó mientras mordía su sándwich-. Va a ser agitado, pero estoy emocionado.

Asentí, sintiendo orgullo por él. -Vas a hacerlo increíble, como siempre.

Terminamos de comer y antes de que pudiera levantarme, Jungkook tomó los platos y los llevó a la cocina. Volvió rápidamente y se arrodilló frente a mí, tomando mis pies en sus manos y comenzando a masajearlos suavemente.

-¿Qué estás haciendo? -pregunté, riendo suavemente.

-Solo quiero que te relajes -respondió él, sonriendo con dulzura-. Todo estará bien, descansa un poco.

Me tomó en brazos de repente, riendo conmigo mientras me llevaba hacia la habitación. Nos reímos y jugueteamos un poco antes de que me dejara caer suavemente en la cama.

-Eres hermosa, ¿lo sabes? -dijo, mirándome con ternura-. Estoy tan orgulloso de ti.

Sentí mis mejillas ruborizarse mientras lo atraía hacia mí para un beso. -Gracias, Jungkook. No sé qué haría sin ti.

-Vamos, descansa. Tengo que ir a la agencia, pero estaré de vuelta pronto. -Se inclinó para besarme una vez más antes de levantarse.

-Cuídate, amor -le dije mientras se dirigía a la puerta.

Lo vi salir y cerré los ojos, sintiendo el sueño apoderarse de mí. A pesar del cansancio, no pude evitar sonreír. No importaba lo difícil que fuera, mientras estuviera con él, sabía que todo estaría bien.

Nuestra Historia Secreta. J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora