Capitulo 7

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Mientras nos sentábamos a la mesa, la parrillada ya lista, la conversación giró en torno a nuestras actividades en solitario. Cada uno compartía cómo se sentía al estar lejos del trabajo y cómo era raro no estar juntos en el ambiente habitual.

—Es extraño no tener a todos en el hospital, ¿verdad? —dijo Jin, masticando un trozo de carne.

—Sí, un poco —respondí, mientras tomaba un sorbo de mi bebida—. Pero creo que necesitábamos este descanso. A veces, estar en el hospital puede ser abrumador.

—Definitivamente —añadió Jimin—. Aunque, entre nosotros, el trabajo en grupo era una parte importante de nuestra rutina. Sin ustedes, a veces me siento un poco perdido.

Hoseok, siempre el optimista, sonrió y levantó su vaso.

—¡Pero hoy estamos aquí! ¡Y eso es lo que importa! —dijo, animando a todos a brindar.

Mientras todos reían y compartían anécdotas sobre sus días de trabajo y cómo se estaban adaptando a esta nueva dinámica, mi teléfono vibró en el bolsillo de mi vestido. Miré la pantalla y vi que era una llamada de Sun-hee, Min-ji y Joon-ho.

—Disculpen un momento, chicos —dije, levantándome de la mesa con una sonrisa—. Tengo que atender esta llamada.

Me alejé un poco, buscando un lugar tranquilo en el patio para poder escuchar mejor. Contesté la llamada y saludé a mis compañeros de trabajo.

—¡Hola! ¿Cómo están? —pregunté, sintiendo un pequeño cosquilleo de felicidad al escuchar sus voces.

—¡Eleni! Solo queríamos ver cómo te va en tus días libres! —dijo Sun-hee, llena de energía.

—Sí, ¿todo bien? —preguntó Min-ji, con su tono amigable.

—¡Todo perfecto! Estoy en la playa con algunos amigos —respondí, mirando hacia donde estaban Jungkook y los demás, riendo y disfrutando de la comida.

—Eso suena increíble. ¡Te lo mereces! —exclamó Joon-ho—. Nos está yendo bien aquí, pero es raro no verte en el turno.

—Lo sé, lo sé. Pero prometo que volveré pronto —dije, sonriendo al pensar en la diversión que estaba teniendo.

—Genial. ¡Disfruta mucho! —dijo Sun-hee antes de despedirse.

Después de unos minutos, colgué la llamada y regresé a la mesa. Al acercarme, noté que Jungkook me miraba, una mezcla de curiosidad y algo más en sus ojos.

—¿Todo bien? —preguntó, su tono ligero pero con un destello de preocupación.

—Sí, solo era el trabajo. Quería saber cómo estaban todos —respondí, sentándome de nuevo y sintiéndome agradecida por el apoyo que siempre recibía de mis compañeros.

—¿Qué dijeron? —preguntó Jimin, curioso.

—Nada importante, solo querían saber de mí —respondí, y mientras comenzábamos a comer nuevamente, la conversación se reanudó, llenando el aire de risas y anécdotas.

Aunque el ambiente era ligero y divertido, podía sentir que Jungkook seguía un poco tenso. Sabía que su naturaleza posesiva lo hacía estar alerta, pero también apreciaba su preocupación. Era un recordatorio de que, aunque estábamos en un grupo de amigos, nuestra conexión era especial.

La tarde se transformó en una hermosa noche mientras el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosas. Decidimos que era el momento perfecto para meternos a nadar un poco. Todos nos dirigimos a nuestras habitaciones para cambiarnos, la emoción palpable en el aire.

Nuestra Historia Secreta. J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora