Capitulo 34

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La verdad, estaba algo emocionada y, al mismo tiempo, nerviosa por lo que se vendría después de que Jungkook hiciera pública nuestra relación. Sabía que nuestras vidas cambiarían drásticamente, y no estaba segura de estar preparada para la atención que esto traería.

Después de trabajar, me dirigí a la empresa de Jungkook. Uno de sus carros pasó a recogerme, y mientras íbamos, no podía dejar de pensar en todas las posibles reacciones que podrían surgir. Al llegar, Bang Si-hyuk nos recibió y empezamos a hablar del tema.

Él nos explicó que tenían todo planeado y que la seguridad sería prioritaria. También mencionó que me apoyarían con mi trabajo y garantizarían que las cosas fueran lo más tranquilas posible para mí. "Tomaremos acciones legales contra cualquier persona que intente difamarte o difundir fotos de tu rostro sin consentimiento", dijo, lo que me dio un poco de alivio. Saber que no estaría sola en esto me tranquilizaba, al menos en esa parte.

Jungkook me dijo que sería mejor que ya regresara a casa, a nuestra casa. Quería que estuviéramos más seguros, así que decidimos ir a recoger mis cosas del departamento. La idea de volver a nuestro hogar, de ver a Bam otra vez, me emocionaba mucho.

Empacamos todo juntos, y aunque el proceso fue algo agotador, el simple hecho de hacerlo con Jungkook hacía que el cansancio desapareciera. Una vez todo estaba listo, subimos las maletas al auto y nos preparamos para el viaje de regreso.

El trayecto fue tranquilo, y notaba que Jungkook se veía más animado. Sabía que era porque íbamos a estar juntos de nuevo, como antes. Ese sentimiento de hogar, de estar donde realmente pertenecíamos, nos llenaba de paz. Pero también podía sentir que, en el fondo, estaba nervioso por todo este asunto de hacer pública nuestra relación.

Aun así, mientras conducía, me tomó la mano y me dijo con una sonrisa:

-No me arrepiento de nada. Esto es algo que quiero hacer sí o sí. No hay vuelta atrás.

-¿De verdad estás seguro? -le pregunté, mirándolo.

-Totalmente seguro, amor -me respondió, apretando mi mano suavemente-. No me importa lo que digan los demás, lo importante es que estemos juntos.

Su firmeza me dio la seguridad que necesitaba. Sabía que, aunque el camino no sería fácil, estaríamos juntos para enfrentarlo todo.

Llegamos finalmente a casa, a nuestra casa. Al abrir la puerta, escuché el sonido de las patitas de Bam corriendo hacia nosotros. No tardó ni un segundo en lanzarse sobre mí, ladrando de alegría. Perdí el equilibrio y caí al suelo entre risas mientras Bam me llenaba de babas.

-¡Bam, tranquilo! -le decía Jungkook, también riendo mientras cerraba la puerta y movía mis maletas al interior-. La vas a terminar tirando más fuerte, ¿eh?

Yo solo reía mientras intentaba abrazar a Bam.

-¡Bam Bam, mi amor! Te extrañé tanto -le dije, entre carcajadas.

Bam seguía ladrando y lamiéndome sin parar, emocionado por verme de nuevo. Jungkook se acercó y me ayudó a levantarme del suelo, aún sonriendo.

-Es increíble cómo se pone de feliz cada vez que te ve -me dijo, observando a Bam con cariño.

-Es un amor -respondí, acariciando su cabeza-. Lo extrañaba tanto.

Subimos a nuestra habitación para dejar mis cosas, y cuando entramos, no pude evitar lanzarme sobre la cama con un largo suspiro de felicidad.

-Extrañaba tanto estar aquí -dije, mirando el techo y sonriendo.

Jungkook dejó las maletas a un lado y se sentó junto a mí en la cama, acariciándome el cabello.

-Yo también te extrañaba aquí -me respondió suavemente, inclinándose para darme un beso en la frente.

Después de acomodar algunas cosas, decidimos bajar para cocinar algo. Bueno, más bien Jungkook iba a cocinar, mientras yo me lancé al suelo para jugar con Bam un rato. Estábamos tranquilos cuando, de repente, escuchamos el timbre.

Jungkook sonrió mientras se secaba las manos y dijo:

-Voy a abrir.

Segundos después, escuché un grito entusiasta y reconocí la voz de Hobi. Corrió hacia mí con los brazos abiertos.

-¡Eli! -gritó mientras se acercaba.

Me levanté rápido del suelo y nos dimos un fuerte abrazo.

-Me alegra que ya estés aquí -dijo con su habitual energía.

Antes de que pudiera responder, Jimin apareció detrás de él y se unió al abrazo, apretándome con cariño.

-Te extrañamos, pequeña -dijo con una sonrisa tierna.

Cuando el abrazo terminó, Tae llegó y me rodeó con sus brazos.

-Es bueno verte de nuevo aquí -me dijo, con esa calma característica que siempre me tranquilizaba.

Yo sonreí, realmente feliz de tenerlos a todos allí.

Jin y Namjoon también se acercaron, dándome abrazos uno tras otro.

-Estamos tan felices de verte -dijo Jin, con una sonrisa que iluminaba la habitación.

-Sí, te extrañamos mucho -añadió Namjoon, asintiendo con una sonrisa cálida.

Finalmente, Yoongi fue el último en abrazarme. A diferencia de los demás, su abrazo fue más suave y reservado, pero sentí todo el cariño en él.

-Me alegra verte de nuevo aquí -dijo en voz baja, pero sincera.

Para ese punto, ya no pude contener las lágrimas. Me sentía tan abrumada por el cariño de todos ellos, que las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. Eran lágrimas de pura felicidad, por tenerlos a todos de vuelta y estar en casa otra vez.

Jungkook se acercó a mí, pasó sus brazos por mis hombros y, besándome la mejilla, dijo con suavidad:

-Les dije que ya regresabas a casa, así que quisieron venir a verte, amor.

Nos sentamos todos juntos en la sala y empezamos a conversar sobre lo que había estado sucediendo en nuestras vidas mientras Jungkook cocinaba junto a Jimin. Jin, siempre el bromista, sonrió y dijo:

-Chicos, tengo un chiste nuevo. Escuchen esto: ¿Qué le dice una impresora a otra? ... ¿Esa hoja es tuya o es una impresión mía?

Hubo un breve silencio antes de que todos empezáramos a reír, no tanto por el chiste en sí, sino por lo malo que era. Yo no pude evitar soltar una carcajada, realmente había extrañado a los chicos y sus ocurrencias.

Cada tanto, sentía la mirada de Jungkook sobre mí. Cada vez que lo miraba de reojo, él me regalaba una sonrisa o me enviaba un beso en el aire, lo que me hacía sonreír aún más.

Cuando la comida estuvo lista, me ofrecí para poner la mesa junto a Tae. Organizamos los platos y los cubiertos mientras charlábamos un poco, y luego todos nos sentamos a comer. Jungkook se sentó a mi lado, y de repente tomó mi mano, dándome un suave beso en ella. Este gesto me hizo sonreír; aunque siempre era muy cariñoso conmigo, hoy estaba especialmente amoroso, algo que no me molestaba en absoluto, sino que me encantaba.

Comimos entre risas y bromas. Jimin, siempre listo para sacar algo gracioso, soltó una carcajada y dijo:

-Ya no aguantaba el lloriqueo de Jungkook. Todo el tiempo era "Ay, mi Eleni... Ay, cómo la extraño..."

Todos estallamos en risas mientras Jungkook, visiblemente sonrojado, le lanzaba una mirada fulminante a Jimin, aunque también terminó riendo.

Fue un momento súper agradable, lleno de calidez y felicidad. Extrañaba esa sensación de sentirme en familia, de estar rodeada de personas que me hacían sentir como en casa.

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⏰ Última actualización: 11 hours ago ⏰

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