Capitulo 25

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POV Eleni

Era un nuevo día. Desperté lentamente, como de costumbre, y al girar mi rostro, lo vi. Ahí estaba Jungkook, dormido profundamente con la cabeza descansando en mi pecho, como un niño pequeño buscando refugio. No pude evitar sonreír al verlo tan tranquilo, su rostro relajado, y en ese momento sentí una ola de amor por él que casi me hizo suspirar en voz alta.

Pasé mis dedos con suavidad por su cabello largo, despeinándolo un poco mientras le acariciaba la cabeza. Suspiró en sueños y, para mi sorpresa, soltó un pequeño ronquido. Eso me hizo reír ligeramente, sin querer despertarlo. Y entonces, como un destello de nostalgia, recordé la primera vez que habíamos dormido juntos, cómo todo era tan diferente y nuevo, y cómo a pesar de lo incómoda que me sentía al principio, había algo en él que me hacía sentir segura.

Me levanté despacio, intentando no despertarlo, pero antes de que pudiera moverme mucho, Jungkook me apretó más contra su cuerpo y soltó un pequeño quejido entre sueños. Me hizo sonreír.

-Despacio, amor -susurré-. Me tengo que levantar.

Con esa voz ronca y adormilada que tanto me encantaba, me dijo:

-Un rato más, amor...

Me reí bajito, negando con la cabeza.

-Sabes que debo trabajar -le respondí con cariño.

Lloriqueó ligeramente, como si fuera un niño pequeño, y abrió los ojos lentamente, mirándome con pereza.

-¿No te puedes quedar un rato más? -me preguntó, alargando las palabras.

Lo miré con ternura y le dije:

-Me encantaría, lo sabes... pero debo ser responsable.

Con un suspiro, me soltó lentamente, y antes de levantarme completamente, le di un beso en la cabeza. Me dirigí al baño para asearme y prepararme para el día. Mientras me arreglaba, Jungkook entró al baño también, ya más despierto, y al pasar a mi lado, me dio una nalgada juguetona. No pude evitar reírme por eso.

-Siempre tan pervertido -murmuré, mientras él me sonreía pícaramente.

Bajé a la cocina y lo primero que hice fue saludar a mi hermoso Bam, que ya estaba moviendo la cola de un lado a otro de la emoción. Lo acaricié un poco antes de comenzar a preparar el desayuno. Mientras cocinaba, le envié un mensaje rápido a mi madre para saber cómo estaba.

Poco después, Jungkook bajó ya vestido y se acercó a mí con una sonrisa, dándome un beso en los labios.

-Te llevo al trabajo hoy -dijo con seguridad.

-Gracias, amor -respondí, sintiendo cómo me llenaba de calidez.

Desayunamos juntos, compartiendo risas y conversaciones suaves que hacían que el inicio del día fuera aún más especial.

Mientras comíamos tranquilamente, Jungkook recibió una llamada. Al principio, le escuché decir que me llevaría al trabajo y luego se dirigiría a la empresa, pero noté cómo su expresión cambió repentinamente. Su rostro se tensó y empujó su lengua contra la mejilla, un gesto que siempre hacía cuando algo no le gustaba o le frustraba.

Terminé mi comida en silencio mientras él seguía en la llamada, observando cómo la incomodidad se apoderaba de él. Al colgar, soltó un largo suspiro y se pasó las manos por el cabello, claramente molesto.

-¿Qué pasó? -le pregunté con suavidad, tratando de que se desahogara.

Me miró con una mezcla de enfado y disculpa en sus ojos.

Nuestra Historia Secreta. J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora