Capitulo 27

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POV Jungkook

No pude dormir absolutamente nada anoche. Mi mente estaba atrapada en un torbellino de pensamientos sobre Eleni y todo este problema que nos había separado. Cuanto más intentaba desconectarme, más me asaltaban recuerdos de ella, de los momentos que compartimos y de la calidez de su presencia. Me gustaría poder cambiar las cosas, pero sabía que era imposible.

Después de la videollamada con Eleni, me levanté de la cama y me preparé para ir al gimnasio. Necesitaba canalizar toda la frustración y tristeza que sentía en algo productivo. A pesar de mis esfuerzos, el ánimo me pesaba, como una sombra que no me dejaba en paz. Sabía que tenía que dar lo mejor de mí, tanto en el gimnasio como en la empresa.

Ya en la empresa, fui directo a la sala de ensayos, donde mi coreógrafo y los demás bailarines ya estaban calentando. Intenté concentrarme en la música, pero mi mente seguía divagando hacia Eleni. Todo me parecía más difícil de lo habitual.

Mientras me movía por el espacio, saqué mi teléfono y le envié un mensaje a Eleni: "Ya estoy en la empresa." Era una manera de mantener la conexión, aunque sabía que en ese momento ella probablemente estaría dormida. No quería molestarlo más de lo necesario; quería que descansara.

Respiré hondo, recordando su sonrisa y las promesas que nos hicimos. Aunque la distancia nos separaba físicamente, en mi corazón siempre estaría presente. Solo necesitaba encontrar la manera de sobrellevarlo, de ser fuerte por los dos.





No sabía cuánto tiempo había pasado cuando todos se fueron tras la última coreografía. Me quedé en la sala de ensayos, decidido a seguir practicando. Necesitaba mantenerme ocupado, no quería que mis pensamientos se desbordaran, así que repetí los movimientos una y otra vez. El sudor se acumulaba en mi frente, pero lo veía como una forma de purgar la ansiedad que me consumía.

Mientras seguía ensayando, la puerta se abrió y Jimin entró, sonriendo al verme. -Hey, Jungkook -dijo, caminando hacia mí-. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

Me dejé caer en el piso, tomando un sorbo de agua. -No sé, tal vez una o dos horas -respondí, tratando de sonar despreocupado.

Jimin suspiró, como si hubiera captado la pesadez que cargaba sobre mis hombros. -Las cosas van a mejorar, ¿sabes? -dijo, acercándose un poco más-. Pero debes cuidar tu salud. A Eleni no le gustaría verte así.

Su preocupación resonó en mí. Era verdad; Eleni siempre se preocupaba por mí, y el hecho de que estuviera lidiando con todo esto la afectaba también. Le debía el esfuerzo de cuidarme, de ser fuerte no solo por mí, sino también por ella.

-Lo sé, Jimin. Solo... necesito un poco de tiempo -respondí, tratando de explicarle sin entrar en detalles. La idea de que ella estuviera sufriendo por mí me hacía sentir aún más culpable.

-Está bien. Solo recuerda que estamos aquí para ti, ¿vale? -dijo, ofreciendo su apoyo incondicional.

Asentí, agradecido por su amistad. Mientras él se quedaba a mi lado, sentí que, aunque la distancia entre Eleni y yo era dolorosa, no estaba solo en este camino.

Jimin sugirió que deberíamos salir esa noche, que iba a estar con Tae. Aunque no tenía ganas de salir, la insistencia de Jimin me convenció. Necesitaba distraerme, así que finalmente accedí.

Al llegar a casa, fui directo a saludar a Bam. Su energía era contagiosa, y ver su cola mover a toda velocidad me hizo sonreír. En mi mente, imaginaba a Eleni alistándose para el trabajo, y un suspiro escapó de mis labios mientras me dirigía a mi habitación.

Caí sobre la cama, sintiendo el peso del día aplastarme. Al girar la cabeza, vi nuestra foto en la mesita de noche. Era de una cita que tuvimos; Eleni estaba en mi espalda, sonriendo y abrazándome del cuello, mientras yo sonreía, sosteniendo sus piernas. Esa imagen era un recordatorio de los momentos felices que habíamos compartido, y una sonrisa involuntaria apareció en mi rostro.

Nuestra Historia Secreta. J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora