¡Por fin!

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Los días, semanas y meses pasado muy rápido, ya habían pasado 5 meses desde que estaba saliendo con Chester. En ese tiempo hubieron malentendidos como el caso con Edgar y fue un camino duro para llegar a ser novios. Y lo más importante, todos las intentos de Chester para tener sexo con Fang. Aunque todos fueron evitados por el último.

Pero bien, el peliazul por fin podría darle  a su novio lo que tanto quería. Ese sábado que justamente era el mismo día de su aniversario haría lo que tanto deseaba hacer, aunque primero un cafecito, no?

En la tarde se reunieron en un pequeño local de comida rápida, Fang fue a comprarle ropa a Chester como un regalo. Aunque también iba a recibir un regalo, Chester le regaló una billetera costosa a Fang con bolsillos y separadores, en uno de ellos estaba la foto de los dos. Y también le regaló una mochila de color azul noche, porque sabía que la otra ya estaba muy usada y al igual que la billetera tenia mas bolsillos.

Ya anochecía mientras daban una vuelta al parque, Fang preguntó si a Chester se le antojaba comer algo. Aunque el pelirosa estaba lleno de la comida de la tarde, negó y tomó el brazo de Fang para caminar.

Mientras caminaban a Chester se le ocurrió que para su aniversario del mes, se compraran pulseras de pareja. Fueron a un pequeño puesto de pulsera de hilo, no quería gastar más, ya que las citas  mayormente pagaba Fang al trabajar de todo el mes. Al comprar las dos pulseritas con la inicial de cada uno, Chester pago y pasaron a retirarse.

Fang se acercó al oído de Chester para susurrarle -- Vamos a casa, tengo algo que darte. -- La sangre de Chester se heló Pero como siempre no era lo que pensaba, Fang siempre lo evitaría hasta que envejezcan, El bufón aún seguía con la idea de que a Fang le habían castrado.

--¿Más? Que lindo. Entonces vamos a nuestra "casa" -- Chester se rió con lo último que Dijo el mismo, Fang se dió cuenta de que pues básicamente donde él vivía no era una casa y no era de ambos. Pero pensó que sería lindo vivir con Chester.



































































El asiático dejó que Chester entrará primero al apartamento, cerrando la puerta por detrás. -- Entonces, ¿Ahora que me darás? -- Dijo Chester y fue empujado sin mucha fuerza hacia la pared, acorralado,  siendo besado delicadamente. -- ¿Fang? -- El peliazul tomó la mano de Chester y lo llevó a su pecho.

--Te daré mi cuerpo. -- Esto hizo que el pelirosa se sonrojara, ¿Realmente pasaría? Fang se acercó a Chester hundiéndose a un beso apasionado mientras sus manos de Fang quitaban la chaqueta del menor.

La lengua del peliazul se metía más a fondo dentro de la boca húmeda del bufón. Este último pasando sus brazos en el cuello de Fang abrazándolo. Siguiendo en la recepción del apartamento fueron conducidos entre besos hasta la habitación de Fang. Quitando las prendas grandes, zapatillas, chaquetas, medias... Fang recostó suavemente a Chester en la cama, separándose de aquel beso, dejando ver la saliva que los unía.

El asiático suspiró y procedió a quitarse aquella camisa que llevaba puesto durante la cita dejando ver aquel cuerpo de buen físico, haciendo notar los resultados de el ejercicio y de practicar artes marciales. Los ojos de Chester subieron desde el abdomen marcado y siendo clavados en los pectorales de Fang, un pecho muy pronunciado. Esto le había dado un deja Vu, recordando cuando se había comparado su cuerpo con el de él, esa vez cuando se había mirado al espejo, avergonzandose.

Siguió mirando el cuerpo de Fang intentando no soltar baba, aunque estaban a oscuras, la luz de luna entraba por aquellas persianas de la habitación iluminando los brazos y hombros del chino.

Para mí, tú no eres una broma! [Fang x Chester]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora