🦊Chapter Forty-Five

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El calor había aumentado de a poco invadiéndolos a ambos. Las caderas de Jimin se movían lentamente sobre Yoongi quien ya tenía una muy grande y urgida erección debajo de la ropa la cual necesitaba atención.

Los besos no habían parado en ningún momento. El short que Jimin llevaba permitía que Yoongi pudiera acariciar bien sus largas piernas  y apretar sus  gruesos muslos a su antojo.

     —God Daddy, esto me encanta pero ¿Si alguien entra?

Yoongi dio un último beso a Jimin en el cuello y le hizo levantarse.

     —Tienes razón.

Se fue caminando con dificultad hacia su escritorio y tomó el teléfono.

     —Sana, no estoy para nadie, estoy en una reunión muy importante y no deseo interrupciones.

     —Si Joven Min.

Dicho eso Yoongi colgó y se dirigió hasta la puerta y puso el seguro y rápidamente volvió hacia el sillón donde Jimin lo esperaba ansioso por lo que Yoongi quería hacer.

El pelinegro volvió a sentarse y se acomodó bien para volver a poner a Jimin sobre su regazo a lo cual evidentemente Jimin no se negó. Rápidamente volvieron a retomar aquellos besos fervientes que provocaban un ligero sonido cuando se separaban levemente para volver a besarse.

Al parecer el aire de la oficina estaba volviéndose más denso y caliente con cada minuto.

     —Daddy ¿Estás seguro de esto? —Preguntó Jimin cortando el beso.

Yoongi solo respondió con un "Ujjumm" para volver a besarlo ahora sobre la piel de su cuello y sobre la garganta, mordió ligeramente la manzana de Adán de Jimin y siguió besando y succionado por donde podía.

Las manos de Jimin tampoco estaban quietas en realidad,  una de ellas tenía por los cabellos al pelinegro y la  otra se había metido entre el pantalón de Yoongi y tocaba la dura erección, rodeándola con sus pequeños dedos, aún así aquello provocaba excitación en Yoongi.

     —¿Ves como me has puesto solo con tu presencia Minnie? Me tienes tan duro y goteante. Quisiera metértela tan duro.

     —For God's  Daddy, eres tan sucio…  si quiero. Pero debemos ir a casa.

     —No me iré de aquí sin antes probarte cariño,  solo un poco. Después,  al llegar a casa no respondo, pasarás tus días de celo montándome, o al  revés o ambas.

Jimin mordió sus labios con fuerza para no dejar escapar lo excitado y ansioso que estaba por que eso pasara.

No tuvo tiempo para responder lo que pensaba porque fue volteado quedando sentado  de espalda hacia Yoongi, el pelinegro desde atrás asomó sus manos y comenzó a sacar el cinturón que Jimin llevaba puesto y a destrabar el botón y cierre de su short.

     —Levántate bebé —Pidió el mayor y Jimin obedeció al instante.

No hubo tiempo de reaccionar ni de preguntar que planeaba, su short fue bajado de un solo junto a su ropa interior. Sacó los pies e hizo la ropa un poco más hacia delante. Yoongi volvió a hacer que se sentará sobre él aún dándole la espalda. Se sacó los zapatos ágilmente.

Después Jimin comenzó a sentir los labios cálidos de Yoongi en su piel del cuello, la camisa que llevaba puesta también fue sacada despacio y arrojada hacia atrás.

Ahora Yoongi tenía todo a su alcance: la erección de Jimin justo en su mano mientras lo masturbaba, los pezones duros  que podía pellizcar desde atrás a su antojo y su delicada espalda que podía besar y morder a su antojo. Jimin lo disfrutaba encantado, amaba las caricias  repartidas por su esposo en su deseoso cuerpo y también podía sentir el deseo de Yoongi en su propia mano, la enorme erección palpitante.

•°.❀𝑀𝓎 𝐿𝒾𝓉𝓉𝓁𝑒 𝐹𝑜𝓍 ❀.°•|𝒴𝑀|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora